Científicos españoles descubren un nuevo método para evaluar la fragmentación del ADN del espermatozoide humano que permitirá grandes aplicaciones en el campo de la fertilidad humana y la patología andrológica.
Siempre se ha considerado la fragmentación del ADN del espermatozoide humano como un parámetro importante indicador de la calidad seminal y de la fertilidad de un individuo. Hasta la fecha, sólo se han desarrollado varias técnicas capaces de determinar la cantidad de daño de ADN presente en una muestra seminal, pero ninguna de ellas ha sido capaz de detallar el tipo de daño.
El nuevo ensayo llamado Cometa en dos dimensiones, realizado por María Enciso y científicos de la Unidad Genética del Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), permite la evaluación simultánea de roturas de cadena sencilla y doble en el mismo espermatozoide humano.
Aunque el ovocito posee una capacidad para reparar el ADN del espermatozoide que lo fecunda, esta reparación siempre es más fácil cuando se trata de daño de rotura de cadena sencilla que en el caso de rotura de cadena doble.
Este nuevo ensayo realizado por los científicos de la UAM permite, por lo tanto, establecer de forma sencilla el tipo de daño (de cadena doble en el eje X y de cadena sencilla en el eje Y) y la cantidad de daño de ADN presente en un espermatozoide humano.
El método consiste en lisar a los espermatozoides con detergentes y sales en altas concentraciones y el ADN liberado se somete a una electroforesis (técnica para la separación de moléculas según la movilidad de estas en un campo eléctrico). Como consecuencia, los fragmentos de ADN roto se desplazan y generan una imagen parecida a un cometa, con núcleo y cola. La cantidad de daño en el ADN se cuantifica midiendo la longitud y la densidad de la cola del cometa. Cuanto más larga y densa es, mayor es el daño del ADN.
Este nuevo ensayo descubierto por científicos de la UAM significa un gran avance en la evaluación del daño del ADN y facilita también la identificación de aquellos que afectan a la fertilidad dependiente o independientemente de la cantidad de ADN dañado.
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