Josep Oliveras
Josep Oliveras.
Biólogo especialista en técnicas de reproducción humana asistida.

Tanto si estás buscando el embarazo de forma natural como si has iniciado tratamientos de reproducción asistida, es probable que más de una vez te hayas preguntado si puedes hacer algo para mejorar la calidad de tus óvulos.

Seguramente has escuchado en repetidas ocasiones que una mujer nace con todos los óvulos que utilizará durante su vida fértil y que con el paso de los años su cantidad y calidad se reducen de forma drástica e irremediable. Hoy sabemos que si bien esta afirmación es cierta en términos generales, existen factores en el estilo de vida que pueden retrasar este proceso.

Entendemos por mejora en la calidad del óvulo el incremento en su capacidad de dar lugar a un bebé sano. Para ello debe ser fecundado correctamente, activar todos los procesos necesarios para convertirse en un embrión de calidad que posteriormente implante en el útero y se desarrolle correctamente.

Para que el óvulo pueda dar lugar a un embarazo sano es imprescindible que su dotación cromosómica sea correcta. Casi todas las células del cuerpo humano tienen 23 pares de cromosomas. Uno de los dos cromosomas de cada par se hereda por vía paterna y el otro por vía materna. Los óvulos en cambio, sólo tienen un par puesto que se deberán unir a un espermatozoide para formar un embrión.

Este proceso de reducción se conoce como meiosis. En el hombre se produce de forma constante, pero en la mujer sucede en dos fases. El proceso se inicia ya en el desarrollo del feto, pero la maduración de los óvulos se detiene en una fase temprana. Se mantendrán así hasta la pubertad de la mujer, momento en el que retomarán este proceso de forma constante hasta la menopausia.

Uno de los motivos por los que los óvulos de una mujer de edad avanzada tienden a presentar más anomalías cromosómicas es que la meiosis ha tardado más tiempo en reanudarse. Los cromosomas se han mantenido en una estructura frágil durante ese tiempo y los errores que hayan podido producirse ya no son evitables. Sin embargo, parece ser que el mayor número de errores cromosómicos se producen en el momento de reanudar la meiosis. Esta hipótesis se basa en que el reinicio del proceso requiere grandes cantidades de energía que los óvulos de mujeres de mayor edad habitualmente no son capaces de generar.

Partiendo de esta teoría, sería posible minimizar el riesgo de daño cromosómico y por lo tanto mejorar la calidad de los óvulos proporcionándoles una mayor energía en el momento de reanudar la meiosis.

Este aumento en la energía celular es el objetivo de algunos suplementos como el coenzima Q10, aunque la evidencia científica que respalda su uso es aún limitada. Otras técnicas que tienen como objetivo mejorar la calidad del óvulo son la transferencia de citoplasma de óvulos de donante o de mitocondrias extraídas de células precursoras de los óvulos. En ambos casos los resultados son aún preliminares.