La histerosalpingografía (HSG) es una prueba diagnóstica mediante la que se obtiene información (tamaño, forma y posición) de la cavidad uterina y la permeabilidad de ambas trompas de Falopio, comprobando si éstas son permeables. Se trata de una técnica sencilla y que, aunque puede resultar un poco molesta para la paciente es muy utilizada por su relación coste-efecto.

Para llevar a cabo la histerosalpingografía, se introduce un líquido radioopaco (visible a los rayos X) por el canal cervical mediante una fina sonda o catéter, aplicando una ligera presión. El líquido asciende por el útero y llega hasta las trompas de Falopio. Si éstas son permeables, el líquido pasa por ellas liberándose a peritoneo. El flujo del líquido se observa mediante la realización de radiografías seriadas, cada cierto intervalo de tiempo. La duración de la prueba no suele exceder los quince minutos.

Debido a la utilización del contraste líquido y sobretodo de la exposición a rayos X, la histerosalpingografía está totalmente contraindicada en el caso de que pueda existir un embarazo en curso. Para evitar que pueda existir un embarazo incipiente, la prueba se realiza en los días inmediatamente posteriores al sangrado menstrual.

Tampoco se debe realizar en mujeres que padecen alguna enfermedad pélvica inflamatoria o alguna infección del tracto genitourinario, ni a las mujeres que padecen sangrados vaginales sin causa aparente o que tengan la menstruación en el momento de su realización.

La HSG se encuentra entre las pruebas básicas para estudio de infertilidad. Resulta útil en casos en los que no exista ninguna indicación directa para fecundación in vitro, ya que en tal caso la permeabilidad tubárica no es un requisito y por lo tanto la prueba aportaría escaso valor.

En ocasiones es necesario que, antes de realizar la prueba, la paciente tome laxantes o se ponga un enema o supositorio la noche anterior, para evitar que no haya material fecal que imposibilite la visibilidad de los genitales en las radiografías. Es aconsejable que la paciente no mantenga relaciones sexuales el día previo a la prueba, ni tampoco en los tres días posteriores a ella.

Más allá de las molestias en el momento de realizar la histerosalpingografía, las complicaciones son mínimas. Para evitar una posible infección es habitual recomendar cobertura antibiótica.

En el caso que los resultados obtenidos no sean concluyentes, es posible valorar con más profundidad la función tubárica mediante laparoscopia.

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