Como veíamos en el apartado sobre la estimulación ovárica, la punción folicular se lleva a cabo aproximadamente 36 horas después de la administración de la hormona HCG (gonadotropina coriónica humana). Este es el tiempo necesario para que se produzca la maduración final del los óvulos que contienen los folículos, sin que éstos lleguen a romperse y por lo tanto se liberen los óvulos a las trompas de Falopio.

La recuperación de los óvulos para fecundación in vitro se realiza en quirófano mediante una punción ecográfica transvaginal. Es una intervención sencilla y que dura poco tiempo (aproximadamente unos 15-20 minutos). El objetivo es aspirar el líquido contenido en los folículos del ovario. Los folículos ováricos son pequeños quistes que alcanzan unos 20mm de diámetro en el día de la ovulación, en el interior de cada uno de los cuales reside y madura un óvulo.

Normalmente, la mayoría de óvulos maduros se despegan de la pared folicular, quedando así en libre suspensión como consecuencia de la acción de la hormona HCG.

Este procedimiento puede realizarse bajo sedación general, aunque en algunos casos en los que se prevé un número muy bajo de óvulos es posible realizarlo bajo anestesia local. Mediante la ecografía transvaginal se localizan los folículos y se puncionan con una aguja conectada a un sistema de aspiración. El líquido folicular en el que se encuentran los óvulos en suspensión, se remite al laboratorio de fecundación in vitro para localizarlos e identificarlos mediante bajo un estereomicroscopio.

Una vez han sido localizados e identificados, los óvulos se mantienen en el incubador en las condiciones adecuadas hasta el momento de la inseminación.

El número de ovocitos recuperados varía según la respuesta de cada paciente al tratamiento. Es importante tener en cuenta que en ocasiones el número de óvulos recuperado no coincide exactamente con el número de folículos que se observaban en las ecografías de seguimiento de la estimulación, aunque la variación debería ser pequeña.

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