Los espermatozoides son células altamente especializadas cuya misión es transportar su carga genética al interior del óvulo para ser fecundado. El número y movilidad de los espermatozoides es clave para conseguir dicha fecundación, pero también lo es la calidad del material genético que aporten al futuro embrión.

El seminograma es la prueba básica para determinar la concentración y movilidad de los espermatozoides en una muestra de semen. No nos aporta, sin embargo, ningún parámetro sobre la calidad del material genético.

En el espermatozoide, el ADN se encuentra más compactado que en una célula normal: el uso de unas proteínas especiales, llamadas protaminas permite empaquetar mucho más el material genético y por lo tanto reducir la cabeza del espermatozoide, haciéndolo más rápido y a la vez más resistente.

Si el material genético que transportan los espermatozoides presenta roturas o lesiones en su estructura, es decir presentan fragmentación del ADN espermático, esto comprometerá su integridad y podría dificultar la unión con el material genético del óvulo y el posterior desarrollo de un embarazo evolutivo.

Se ha observado un aumento en la fragmentación del ADN espermático en los hombres de parejas con abortos de repetición o esterilidad de origen desconocido.

En el caso de que los niveles de fragmentación del ADN espermático estuvieran por encima del porcentaje considerado normal ( habitualmente se establece en el 20%), deberá elegirse la opción terapéutica más adecuada en función a la gravedad del daño.

Algunos estudios han demostrado que el uso de antioxidantes en el hombre podría reducir la tasa de daño en el DNA espermático, pero también parece estar probado que sólo sería útil éste tratamiento cuando la alteración no es muy grave.

Tasas de fragmentación espermática muy elevadas podrían ser indicativas de la presencia de un varicocele no detectado previamente, un período febril reciente o una infección subclínica del tracto genitourinario entre otros, y deberían ser tratadas específicamente.

En el caso de realizar una Fecundación in vitro con un paciente que presenta una elevada tasa de fragmentación del ADN espermático, algunos grupos han publicado una mejora sustancial de los resultados utilizando espermatozoides procedentes de biopsia testicular.

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Nicolás Garrido, director del laboratorio de andrología y del banco de semen del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), nos explica qué es la fragmentación del DNA espermático, por qué puede ser importante valorarlo antes de la Fecundación in Vitro (FIV) y en qué casos es recomendado realizar el test.

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