Existen múltiples pruebas diagnósticas para determinar el origen de la infertilidad. No obstante, en algunos casos después de realizar muchas de ellas no es posible llegar a un diagnóstico completo.

Básicamente se pueden clasificar en pruebas para determinar el factor masculino, pruebas para determinar el factor femenino y pruebas mixtas.

En cuanto a las pruebas que afectan a ambos miembros de la pareja (en el caso de que los haya) tenemos como primera y fundamental prueba diagnóstica la primera visita de esterilidad en sí misma. En ella, el profesional médico especializado en infertilidad, llevará a acabo una anamnesis (historia clínica) exhaustiva. Mediante ella es posible tener unos primeros indicios de las causas de la infertilidad.

A partir de ese momento, serán necesarias algunas pruebas complementarias con el fin no sólo de determinar el origen de la infertilidad, sino principalmente de elelgir el tratamiento más adecuado en cada caso.

Debido al gran abanico existente de pruebas, es muy recomendable empezar por aquéllas que aún siendo más sencillas nos pueden aportar más cantidad de información, como por ejemplo el seminograma, un perfil hormonal de la mujer y el cariotipo de ambos miembros de la pareja, en el caso en que los haya y en el caso en que vayan a participar con sus gametos en el proyecto reproductivo.

A partir de éste diagnóstico básico y en función de las sospechas del equipo médico y del tratamiento propuesto, se puede orientar el diagnóstico hacia uno o ambos miembros de la pareja. En el caso de las pruebas que analizan el factor masculino podemos obtener un valor pronóstico sobre la calidad genética de los espermatozoides (FISH en espermatozoides o Biospsia Testicular.)

En cuanto a la mujer, las pruebas diagnósticas deben orientarse en función del tratamiento propuesto: si se pretende realizar un ciclo de inseminación artificial, es básico comprobar la permeabilidad de las trompas de Falopio mediante una Histerosalpingografía, por ejemplo.

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