Un juez permite que una viuda australiana use el esperma de su marido muerto, a pesar de que la ley exige el consentimiento del donante. La pareja se iba a someter a una fecundación in vitro (FIV), pero el hombre falleció un día antes de la firma de autorización del inicio del tratamiento de reproducción asistida.
Robert Allan Hume, juez del Tribunal Supremo de Nueva Gales del Sur, en Australia, ha concedido a la viuda Jocelyn Edwards, la propiedad del semen congelado de su marido Mark, -que falleció el año pasado- aunque la mujer tendrá que someterse al tratamiento de reproducción asistida en una clínica fuera de este estado australiano, según publica SkyNews.
Tras la decisión del juez, Jocelyn Edwards se ha mostrado feliz delante de los periodistas. La pareja contrajo matrimonio en 2005 pero no logró la concepción de un hijo, motivo por el cual decidió acudir a mediados del año pasado a una clínica de fertilidad para intentar conseguirlo a través de un tratamiento de fecundación in vitro (FIV).
La pareja estaba citada el día 6 de agosto de 2010 para firmar las autorizaciones y demás documentos pero Mark murió en un accidente laboral el día 5 de agosto.
Al día siguiente del fallecimiento, un juez autorizó la extracción de los espermatozoides y desde entonces éstos han permanecido congelados en un laboratorio, pendientes de que la justicia australiana diera su veredicto sobre la propiedad del semen.
Tras el veredicto final del juez, la viuda ha asegurado que tendrá al hijo que tanto deseaban ella y su marido y ha comunicado a los medios que ahora sólo quiere disfrutar de este momento.
Deja tu comentario