La Fecundación in vitro es la técnica más utilizada en reproducción asistida. Se basa en poner en contacto en el laboratorio uno o más óvulos de la paciente con los espermatozoides de su pareja o de donante. El objetivo es conseguir la fecundación de los óvulos y la posterior transferencia de uno o más embriones en la cavidad uterina de la mujer para conseguir el embarazo.

¿En qué consiste la Fecundación in vitro o FIV?

Una vez los ovocitos son fecundados, el embrión o embriones resultantes son cultivados y observados en el laboratorio. Algunos de ellos serán transferidos dentro del útero de la paciente pocos días después, dando lugar a un embarazo en un 25-35% de los casos. Los embriones restantes que presentan un buen desarrollo pueden ser también congelados.

En determinados casos, el proceso se realiza con semen de donante. Eso ocurre cuando hay una falta de producción de espermatozoides, existe un defecto genético que no se quiera transmitir a la descendencia o se trata de mujeres que no tienen pareja.

También se usan óvulos (también llamados ovocitos) de una donante cuando la paciente carece de ovarios o éstos no son operativos. Los ovocitos se forman en el ovario en el interior de los folículos. Durante la primera fase del ciclo menstrual de la mujer se produce el desarrollo del folículo. Éste empieza siendo microscópico y crece rellenándose de líquido con nutrientes para el ovocito hasta alcanzar unos 20mm aproximadamente. Cuando llega a este tamaño se abre un orificio en su pared y sale el ovocito. En esto consiste la ovulación.

Tipos de FIV:

Existen diferentes modalidades, según varios factores:

– Procedencia de los gametos: con óvulos de la pareja, con óvulos de donante, con espermatozoides de la pareja o  con espermatozoides de donante.
– Origen de los espermatozoides: con espermatozoides del semen, con espermatozoides del epidídimo (órgano situado sobre cada uno de los testículos) o con espermatozoides testiculares.
– Técnica de inseminación: con inseminación convencional o con microinyección espermática (ICSI).
– Duración del cultivo embrionario: con cultivo corto o con cultivo largo.

Por otra parte, existen una serie de técnicas que son complementarias, como la congelación de ovocitos, congelación embrionaria, eclosión asistida o diagnóstico genético preimplantacional.

A principios de los años ochenta, la Fecundación in vitro sólo se usaba en casos de esterilidad tubárica (trompas de Falopio obstruidas o ausencia de las mismas), pero con el tiempo, se han incluido otras indicaciones como el factor masculino, el inmunológico, endometriosis, esterilidad de origen desconocido, esterilidad de origen genético, etc.

Pasos previos a la FIV

Cuando una pareja o mujer han sido incluidas para empezar el tratamiento, hace falta una previa preparación:

1. Recibir una información completa de todo el proceso.
2. La firma del consentimiento (requisito legal)
3. Evaluación del tipo de tratamiento medicinal y dosificación más conveniente para la estimulación ovárica.
4. Practicar una histerometría (mediación de la longitud total del útero).
5. Analítica sanguínea preoperatoria y consultar con el anestesista qué tipo de anestesia se realizará para la punción ovárica.

La Fecundación in vitro es un proceso que se desarrolla por fases. En primer lugar, se estimulan los ovarios, después se recuperan los ovocitos (mediante una punción), luego se hace la inseminación in Vitro en el laboratorio y finalmente, se transfieren los embriones al útero de la paciente.

Generalmente, las pacientes coinciden que no se trata de un tratamiento doloroso pero que algunas fases del ciclo manifiestan que les ha producido ansiedad, sobretodo después de haberles sido depositado los embriones en el útero y cuando están a la espera del resultado.

¿Cuál es el proceso?

La FIV es un proceso que se desarrolla en cuatro fases: estimulación ovárica; recogida de ovocitos; inseminación y fecundación; y transferencia de embriones.

Estimulación ovárica

La estimulación ovárica es el primer paso en el proceso de la fecundación in vitro. Consiste en administrar a la paciente medicamentos que incrementen su producción de óvulos. Normalmente, una mujer produce un óvulo cada mes. Tomando la medicación específica la paciente produce varios ovocitos. Los resultados de la estimulación ovárica, que dura entre una y dos semanas, se controlan mediante ecografías y análisis de sangre.

estimulacion ovarica

La medicación utilizada para la estimulación ovárica se administra principalmente por vía subcutánea

Recuperación de los óvulos

La segunda fase del procedimiento consiste en la recogida de los óvulos maduros. Para ello, es necesario realizar una punción ovárica. Este procedimiento es sencillo y dura entre 15 y 20 minutos. Se realiza bajo anestesia local o sedación general y consiste en localizar los folículos y punzarlos con una aguja conectada a un sistema de aspiración. A continuación, se aspira el líquido folicular, donde se hayan los ovocitos, y luego se remite al laboratorio rápidamente para localizarlos con un microscopio. El número de ovocitos recuperados varía según la respuesta de cada paciente al tratamiento, aunque la cifra media de óvulos que se obtienen por ciclo suele ser de diez o doce.

Inseminación y fecundación

La inseminación tiene lugar en el laboratorio. Consiste en mezclar el espermatozoide con los óvulos de mejor calidad en una incubadora que proporciona las condiciones óptimas para la fusión del ovocito y el espermatozoide. Alternativamente, es posible inyectar directamente el espermatozoide dentro del óvulo, proceso denominado inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI).

icsi

Para la microinyección de los espermatozoides en el óvulo es necesario un potente microscopio

Transferencia de embriones

Una vez los ovocitos son fecundados, el embrión o embriones resultantes son cultivados y observados en el laboratorio. Pocos días después son transferidos dentro del útero de la paciente, dando lugar a un embarazo en un 25-35% de los casos. Para evitar embarazos múltiples, se transfiere un único embrión y se congelan los embriones restantes que presentan un buen desarrollo.

Técnicas complementarias

Existen una serie de técnicas complementarias a la fecundación in vitro: congelación de ovocitos; congelación embrionaria; eclosión asistida; y Diganóstico Genético Preimplantacional.

Congelación de ovocitos

La congelación de óvulos es una técnica complementaria a la FIV. Su realización en la etapa fértil de la mujer facilita la preservación de ovocitos, ya sea por circunstancias personales o por razones médicas. En el primer supuesto, permite posponer la maternidad sin renunciar a tener bebés que tengan los propios genes. En el segundo supuesto, preserva la fertilidad de la mujer antes de que un tratamiento médico afecte a sus ovocitos.

La vitrificación de óvulos es una técnica innovadora de congelación de óvulos que está proporcionando mejores resultados que la técnica clásica de congelación. Este es el motivo de que, progresivamente, los centros de reproducción asistida estén apostando por ella para obtener resultados óptimos.

Congelación embrionaria

La congelación de embriones o criopreservación de embriones es una técnica complementaria a la fecundación in vitro. Suele realizarse con los embriones no transferidos, por si la primera transferencia embrionaria no diera el resultado esperado y hubiera que realizar un segundo intento. La técnica consiste en enfriar los embriones hasta temperaturas muy bajas durante largos períodos de tiempo con el objetivo de respetar su integridad física y funcional.

Eclosión asistida

La eclosión asistida es una técnica complementaria a la FIV que consiste en perforar la membrana externa del embrión poco antes de realizar la transferencia embrionaria. El motivo es que, después de la fecundación, las células del embrión han aumentado su volumen. En este momento se libera la cubierta externa, dando lugar al proceso natural de eclosión, imprescindible para llevar a cabo la implantación en el útero. Algunas técnicas como la congelación embrionaria pueden aumentar esta dificultad para romper de forma natural la membrana, siendo necesaria la intervención del médico.

Diagnóstico Genético Preimplantacional

El Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) es una técnica que permite detectar alteraciones de un embrión antes de su implantación en el útero de la paciente. El objetivo de esta técnica es asegurar que el futuro bebé esté sano y se acabe con la transmisión de una patología.

Vídeos relacionados

El Dr Miguel Ruiz, codirector de CREA Valencia, explica cómo es y cómo funciona un laboratorio de fecundación in vitro. El codirector de CREA Valencia presenta el espacio de trabajo y detalla las condiciones a las que los los embriones se someten durante una FIV.

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