La clínica Ginefiv señala que la demanda de los tratamientos de fertilidad no se ha resentido con la actual crisis sino que incluso muchas parejas eligen los más costosos por ser los más efectivos para lograr su objetivo: ser padres.
Los tratamientos de fertilidad se disparan tras las Navidades coincidiendo con los propósitos para el nuevo año, según destaca Victoria Verdú, coordinadora de ginecología de la clínica Ginefiv (Madrid), quien aseguró además que la demanda no se ha resentido con la actual crisis económica ni cree que lo pueda hacer en los próximos meses.
Verdú explica que las fiestas navideñas suponen un momento de inflexión para aquellas parejas que buscan tener un hijo y no lo consiguen, cosa que les lleva a dar un paso más y optar por nuevas medidas, siendo más frecuentes las peticiones de parejas con edad avanzada en las que las posibilidades de éxito han ido disminuyendo con los años.
Según datos ofrecidos por la doctora Verdú, la clínica Ginefiv realiza cada año entre 2.000 y 3.000 ciclos de reproducción asistida, más de la mitad de los cuales (60%) se inician después de estas fechas.
La doctora explica que hay épocas más propensas para realizar este tipo de tratamientos y la Navidad es una de ellas, seguida del verano. Verdú explica que la crisis no se ha notado en el sector pero asegura que sólo ha bajado ligeramente la demanda, de la que dice que actualmente está un poco más espaciada. El tratamiento donde ha descendido más la demanda es la fecundación in Vitro (FIV), cuyo precio oscila entre los 3.500 y los 5.000 euros (incluyendo la medicación necesaria). Por otra parte, las peticiones de inseminación artificial se han mantenido, cuyos precios oscilan alrededor de los 700 euros.
Los únicos tratamientos que han sufrido una ligera subida en los últimos meses han sido las donaciones de óvulos que, aunque su precio es más caro (unos 6.000 euros con medicación incluida), es la técnica de reproducción asistida con mayores probabilidades de éxito por ciclo. Los resultados de éxito tras un tratamiento de este tipo es entorno al 70%.
Cabe destacar que, según informa la experta, hay un poco de recelo a la hora de elegir esta técnica a causa del anonimato de la mujer donante. No obstante, hay que saber que el proceso de selección para ser donante consta de varias etapas: controles clínicos (reconocimiento médico y una visita psicológica), controles analíticos (grupo sanguíneo y Rh, estudio cromosómico mediante cariotipo, citología cervico-vaginal, cultivos vaginales y estudio hormonal más serologías. Además la donante firma un consentimiento especificando la voluntariedad, los fines y las consecuencias del acto. En él se destaca que en caso de embarazo la receptora de los óvulos será la madre legal del hijo.
Además, es importante saber que elegir a la donante sólo está en manos de la clínica responsable, que es la encargada de proporcionar la máxima similitud inmunológica y física con los futuros progenitores (se toman las características físicas de la mujer como la altura, peso, color de los ojos, del pelo, la constitución, el color de la piel, el grupo sanguíneo y el Rh).
La Ley obliga que las donaciones sean totalmente anónimas, manteniendo así la identidad de la donante en secreto, y que se reciba una compensación económica por los desplazamientos ocasionados y por el tratamiento a la que se ha visto sometida. Por otro lado, la Ley también prohíbe totalmente que la donante pueda acceder a la identidad de las receptoras y de los posibles hijos nacidos.
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