Manel Elbaile
Dr Manel Elbaile
Ginecólogo Director médico de FIV Ochoa

¿Por qué es tan importante la transferencia embrionaria?

La transferencia embrionaria es el punto culminante del proceso de fecundación in vitro (FIV). Consiste en la introducción de, normalmente, uno o dos embriones en el interior del útero, a través del cuello uterino, mediante control ecográfico.

Es un proceso indoloro que no precisa de anestesia y que se realiza de forma ambulatoria en la mayoría de los centros de reproducción asistida. El éxito de la transferencia embrionaria dependerá en gran parte de la calidad de los embriones obtenidos, pero también y, en gran medida, de la experiencia del personal (médicos y biólogos) que participen en la misma.

La transferencia embrionaria puede realizarse con embriones en fresco, es decir, con embriones procedentes directamente del proceso actual de fecundación in vitro, o bien con embriones procedentes de un ciclo anterior y que previamente han estado congelados.

¿Cómo se prepara a la paciente para la transferencia de embriones?

En los casos de embriones en fresco se trata simplemente de administrar progesterona, normalmente en forma de óvulos vaginales, unas 48 horas antes de la transferencia. Esta pauta de progesterona se mantiene hasta 14 días después de la transferencia embrionaria, momento en que la paciente ya puede realizar la prueba de embarazo.

En los casos de transferencia de embriones previamente congelados es preciso, además, preparar también el interior del útero (endometrio) para que el embrión pueda implantarse como si se tratase de un ciclo natural. Para ello, se administran a la paciente estrógenos vía oral o transdérmica, junto con la progesterona.

¿Es necesario el reposo después de la transferencia embrionaria?

No hay estudios determinantes que demuestren que el reposo absoluto mantenido durante días aumente las posibilidades de embarazo. Sin embargo, lo más razonable, pensando en el confort psicológico de la paciente, es aconsejar reposo relativo en su domicilio durante 24 horas y evitar las relaciones sexuales durante las 48 horas siguientes a la transferencia embrionaria.

A partir del tercer día y, hasta 11 dias después, que será cuando se le realizará la prueba de embarazo, la paciente puede llevar una vida normal. Hay que pensar que tiene muchas posibilidades de poder estar embarazada y actuar con arreglo al sentido común. En los casos de transferencia de embriones congelados, especialmente, la paciente no debe abandonar el tratamiento hormonal bajo ningún concepto sin consultar antes con su centro.

¿Cuáles son los síntomas más frecuentes después de la transferencia de los embriones?

En los primeros días después de la transferencia embrionaria suele aparecer un flujo vaginal abundante debido al nivel hormonal y a la progesterona por vía vaginal. Este flujo puede, ocasionalmente, estar manchado de algo de sangre más o menos oscura. Esto es normal y no hay que preocuparse.

En días posteriores es habitual notar las mamas un poco más tensas de lo común, así como sentir hinchazón leve en el bajo vientre, acompañada de algún pinchazo o tirón hacia las ingles de forma muy ocasional. En estos días, la paciente puede tener también sensación de ganas de orinar con más frecuencia. Estos síntomas se consideran totalmente normales.

De forma menos frecuente, pero también poco importante, pueden aparecer sensaciones nauseosas, insomnio, pérdida de apetito, estreñimiento etc. En el caso de que alguno de estos síntomas impida a la paciente poder realizar su vida normal, debe consultar con su médico para tratarlos adecuadamente.

También es muy frecuente que algunas pacientes, pocos días antes de la prueba de embarazo, tengan sensación premenstrual. Esto es normal y no es ningún signo predictivo del futuro resultado de la prueba.

¿Cuándo hay que consultar sin demora a un centro de reproducción asistida?

Después de una transferencia de embriones, siempre que aparezca un sangrado abundante parecido a una menstruación antes de catorce días, especialmente si se trata de embriones congelados. En el caso de padecer de un dolor agudo y persistente en el abdomen o de aparecer de forma súbita un empeoramiento del estado general con dolor, cefaleas, fiebre etc. la paciente debería consultar con su médico.

 

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