Un estudio concluye que existe una posible patología reproductiva en atletas, especialmente de alto nivel, derivado de la práctica deportiva.
Juan Manuel García Manso, investigador del Departamento de Educación Física de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, junto con Diana Vaamonde Martín y Ricardo Vaamonde Lemos, investigadores de la Universidad de Córdoba; Marzo Da Silva Grigoletto del Centro Andaluz de Medicina del Deporte; R. J. Swanson de la Old Dominion University y S. C. Oehninger de la Eastern Virginia Medical School (ambas de norteamérica), participaron recientmente en un estudio internacional para analizar la calidad del semen de los deportistas de alto nivel.
El estudio, que ha sido publicado por la conocida y prestigiosa revista científica Fertility and Sterility, se explica que, para llevar a cabo la investigación, los científicos realizaron un estudio transversal sobre la calidad del semen de 45 deportistas voluntarios que fueron divididos en tres grupos diferenciados según su práctica deportiva (triatlón, waterpolo y jóvenes físicamente activos). De esta manera, los expertos pudieron investigar la relación existente entre la práctica de las distintas modalidades de entrenamiento y la calidad seminal de los deportistas.
Los científicos analizaron los diferentes parámetros seminales como el volumen, el tiempo de licuefacción, la viscosidad, el pH o medida de acidez, la concentración espermática, la movilidad y su morfología.
Cabe señalar que de todos los parámetros analizados, la concentración espermática o el número total de espermatozoides, junto con la velocidad y la morfología, resultaron significativamente distintos entre los practicantes de las distintas modalidades de entrenamiento.
De este modo, los resultados del estudio concluyen que existen diferencias en los perfiles seminales de individuos que practican distintas modalidades deportivas. Además, estas diferencias se ven mucho más alteradas según aumenta la intensidad y el volumen del ejercicio.
Con estos resultados, los investigadores destacan una posible patología reproductiva en atletas y, por este motivo, recomiendan tener en cuenta estas diferencias durante el diseño del protocolo de entrenamiento para que la función reproductiva de los deportistas no se vea alterada.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para que un hombre tenga posibilidades de perpetuarse ha de concentrar un mínimo de veinte millones de espermatozoides por centímetro cúbico de semen.
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