Un estudio demuestra que la ingesta de bebidas alcohólicas durante los meses de gestación afecta a la fertilidad del feto. Los hombres con madres que bebieron más de cuatro cervezas a la semana durante el embarazo presentaron concentraciones de espermatozoides un 32% más bajas.
Investigadores de la Universidad danesa de Aarhus evaluaron a un grupo de mujeres embarazadas (11.980) entre los años 1984-87 y, dos décadas después, entre 2005-2006, a sus hijos. Con los resultados obtenidos y el recuento de semen que hicieron a sus descendientes, los expertos constataron que los bebés de madres que tomaron alcohol tres o cuatro veces a la semana tenían un tercio menos de esperma que los otros jóvenes.
Para esta investigación fue necesario que las madres contestasen un cuestionario sobre estilos de vida y salud (en torno a la 36ª semana de embarazo) y, a sus hijos, se les realizó un seguimiento (cuando éstos tenían entre 18 y 21 años) tomándoles y analizándoles muestras de su semen y sangre.
Cabe destacar que en la encuesta, se utilizó la medida de «una bebida» como la equivalencia a 12 gramos de alcohol, similares a una cerveza de 330 mililitros (ml), un vaso de vino pequeño (120 ml) o un vasito de licor (40 ml).
Los resultados del estudio mostraron que las madres que tomaron 4,5 bebidas alcohólicas por semana, durante el embarazo, dieron a luz chicos con 25 millones de esperma por mililitro, frente a los 40 millones de los jóvenes no expuestos al alcohol en el útero materno.
Los expertos también estudiaron si el consumo de alcohol por parte de los padres tenía algún efecto. En este sentido, la doctora y directora de la investigación, Ramlau-Hansen, ha explicado que se estudió la asociación entre la ingesta total de los padres y la calidad del semen de sus hijos y se comprobó que el alcohol consumido por el padre no estaba asociado con el volumen de semen o la concentración de espermatozoides.
No obstante, la directora del estudio señala que los resultados obtenidos con las madres revelan que es posible que el consumo de alcohol durante el embarazo tenga un efecto perjudicial sobre el tejido productor de espermatozoides de los testículos fetales y, por consiguiente, en la calidad del semen de los hijos en la edad adulta. Pero Ramlau-Hansen destaca que este estudio es el primero en su género, motivo por el cual se debe seguir investigando para poder determinar si existe o no algún vínculo causal o para señalar límites seguros para el consumo de bebidas alcohólicas.
Este trabajo, realizado por el Departamento de Medicina Laboral del Hospital Universitario de Aarhus, ha sido presentado durante la vigésimo sexta edición de la Conferencia Anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE), celebrada en Roma (Italia).
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