Josep Oliveras
Josep Oliveras.
Biólogo especialista en técnicas de reproducción humana asistida.

La vitamina D es habitualmente conocida por su papel regulador en el metabolismo óseo y la absorción de calcio. Sin embargo, también existe una importante relación entre Vitamina D y fertilidad, por lo que debe ser tenida en cuenta por aquellas mujeres que estén buscando el embarazo.

Desde hace tiempo es conocida la relación entre la deficiencia de vitamina D y las complicaciones durante el embarazo, como por ejemplo la preeclampsia (hipertensión gestacional) o la diabetes gestacional, llegándose a relacionar con abortos en fases iniciales del embarazo.

Estudios científicos más recientes han demostrado que un déficit de vitamina D influye negativamente también en la fertilidad, aunque se desconocen los mecanismos exactos por los que este efecto se produce.

Algunas teorías apuntan a la relación entre la vitamina D y la calidad de los óvulos y embriones. Sin embargo, la explicación que cuenta con más aval científico es la que hace referencia a la relación de este micronutriente con los procesos inmunológicos de implantación del embrión.

La implantación embrionaria es el proceso mediante el cual el embrión se adhiere al endometrio, es decir la pared uterina, para seguir adelante con su desarrollo. Para que esta adhesión sea posible, deben tener lugar una serie de procesos complejos a nivel inmunológico que permitan el diálogo entre embrión y células receptoras. La vitamina D favorecería el equilibrio entre las distintas células responsables de estas reacciones inmunológicas, creando un ambiente adecuado para la implantación.

En el caso de los hombres la relación entre la vitamina D y la calidad del semen es más controvertida. Si bien existen estudios que relacionan un déficit de esta vitamina con una menor movilidad de los espermatozoides, queda mucho por conocer en este aspecto.

Las principales fuentes de vitamina D son la nutrición y la exposición solar. Entre los alimentos más ricos en este micronutriente se encuentran la leche, los huevos y los pescados azules. Además, el propio cuerpo produce vitamina D cuando está expuesto a la luz solar, por lo que se recomienda tener en cuenta ambos aspectos cuando se está buscando el embarazo.