Josep Oliveras
Josep Oliveras.
Biólogo especialista en técnicas de reproducción humana asistida.

¿Se pueden rejuvenecer los ovarios?

Según datos de la Sociedad Española de fertilidad, en aproximadamente un 25% de los tratamientos de fecundación in vitro es necesario recurrir a la donación de óvulos. Si la edad de la mujer es de como mínimo 40 años, este porcentaje se eleva al 50%.

El retraso de la maternidad por motivos sociales es una de las principales razones que explican el aumento imparable en la demanda de tratamientos de fertilidad. Nuestra realidad social contrasta con la realidad biológica, puesto que la fertilidad de la mujer decrece de forma significativa a partir de los 35-37 años.

Desde el punto de vista sociológico, la mejora de la conciliación familiar y los derechos laborales de las mujeres podrían mejorar en parte esta situación. Desde el punto de vista médico, el objetivo se centra en permitir que la mujer pueda ser madre a una edad cada vez más avanzada mediante sus propios óvulos.  Existen en la actualidad varias líneas de investigación con el objetivo de rejuvenecer los ovarios de la mujer e intentar que pueda producir óvulos incluso después de la aparición de la menopausia.

Plasma rico en plaquetas

Esta técnica se basa en los factores de crecimiento que se encuentran en la sangre. El plasma rico en plaquetas (PRP por sus siglas en inglés) se obtiene por centrifugación de la sangre y se emplea en medicina estética así como en la reparación de tejido óseo y muscular entre otros, aunque con una eficacia limitada hasta el momento.

El pasado mes de julio, un equipo de médicos griegos publicó una nota de prensa según la cual había conseguido avances al inyectar el PRP en los ovarios de mujeres de edad avanzada.

Según el doctor Konstantinos Pantos de la clínica Genesis en Atenas, utilizaron esta técnica con unas 30 pacientes de entre 46 y 49 años, todas ellas post-menopáusicas. El 70% de ellas recuperaron la menstruación y en uno de los casos fue posible llevar a cabo una estimulación ovárica y recuperar tres óvulos. Dos ellos fecundaron y se vitrificaron los embriones resultantes para una futura transferencia. Todo el proceso presenta una importante falta de transparencia y ha sido duramente criticado.

Células madre

Otra línea de investigación se centra en la obtención de células madre de la médula ósea de la paciente y su posterior utilización para mejorar la reserva ovárica.

Investigadores del grupo de Medicina Reproductiva del Hospital La Fe en Valencia han obtenido resultados preliminares positivos utilizando esta técnica en animales. Según estos estudios, el autotrasplante de células de la médula ósea aumentaría el riesgo sanguíneo en el ovario así como el número de folículos en crecimiento.

Mediante la colaboración con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) ha sido posible aplicar la técnica en pacientes. De forma análoga a los resultados obtenidos en modelo animal, la técnica parece rejuvenecer el ovario de pacientes con una baja reserva ovárica, reclutando folículos previamente existentes en los ovarios. El proceso exacto por el cual se produce este efecto es aún poco conocido, pero ya se han reportado tres embarazos logrados mediante esta técnica.

Células precursoras de óvulos

En 2004, Jonathan Tilly y otros investigadores del Hospital General de Massachusetts demostraron que en los ovarios existen células precursoras de los óvulos, localizadas en la parte más externa o corteza. Estas células tienen la potencialidad de convertirse en nuevos óvulos o de “rejuvenecer” los óvulos ya existentes.

A raíz de este descubrimiento se fundó años después la compañía OvaScience, que trabaja en las diferentes implementaciones que puede tener este descubrimiento y en general en la mejora de la calidad de los óvulos.

La primera técnica desarrollada por la compañía se basa en transferir mitocondrias desde esas células precursoras a los óvulos de la paciente para mejorar su potencial de dar lugar a un embarazo. Su uso clínico es posible en algunos países y el pasado mes de mayo se anunció el nacimiento del primer bebé fruto de esta técnica.

Actualmente, las investigaciones de la compañía se centran en otro enfoque: dotar a esas células precursoras del ambiente necesario para que se transformen en óvulos. Una posible vía sería su introducción en capas más internas del ovario para su maduración o alternativamente se podría tratar de conseguir ese efecto mediante cultivo in vitro, fuera del cuerpo de la paciente.

¿Cuando es demasiado tarde para ser madre?

El avance de estas técnicas reaviva un polémico debate: la edad límite a la que se deben aplicar tratamientos de fertilidad.

La donación de óvulos ya ha permitido que desde el punto de vista médico se pueda ser madre a cualquier edad, por lo que el rejuvenecimiento ovárico no supone un avance en este sentido. Sin embargo, es muy probable que si la mujer no debe renunciar a su propia genética, la demanda de tratamientos más allá de los 40 años aumente notablemente.

Cuidado con las falsas expectativas

La mayoría de potenciales aplicaciones se encuentran en fase experimental, muchas de ellas aún en modelos animales. En humanos, existen tres embarazos en curso fruto de la investigación entre la universidad de la fe y el IVI. La compañía Ovascience por su parte ha publicado el nacimiento del primer bebé a partir de la transferencia de mitocondrias de células precursoras de óvulos.

Aún así queda mucho por investigar y es probable que estas técnicas, si finalmente se demuestran eficaces, no sean aplicables hasta dentro de unos años. Actualmente, el tratamiento más eficaz para lograr la gestación a partir de los 40 años es la donación de óvulos. No se recomienda llevarla a cabo en mujeres mayores de 50 años, aunque no existe una regulación específica en España.