Un estudio relaciona las horas de uso diario del teléfono móvil con la alteración en la cantidad, calidad, movilidad y morfología de los espermatozoides.
El hombre menos fértil es el que usa el móvil más de cuatro horas al día.
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un informe que relaciona el uso de los teléfonos móviles con diferentes tipos de cáncer, especialmente en el cerebro. En este sentido, otros estudios demuestran que las ondas electromagnéticas causan alteraciones en el sueño, dificultades en la concentración, fatiga, dolor de cabeza, aumento de la presión arterial e infertilidad masculina.
El Centro de Estudios Reproductivos de Cleveland, en Estados Unidos, realizó hace ya un tiempo una investigación de gran envergadura en la que vinculó el uso del móvil con alteraciones en la cantidad y calidad de los espermatozoides. Según la investigación, publicada en la conocida revista científica Fertility & Sterility, los teléfonos móviles emiten ondas de radiofrecuencia electromagnética que causarían daños en el aparato reproductivo.
Para realizar este estudio, el equipo de expertos estudió a 361 hombres con problemas de esterilidad y los dividió según la cantidad de horas que utilizaban diariamente el móvil. Tras la observación, los especialistas hallaron una correlación directa entre las horas de uso diario del teléfono y la alteración en la cantidad, calidad, movilidad y morfología de los espermatozoides.
La causa de estas alteraciones permanece incierta. Sin embargo, se ha asociado a un efecto directo de las ondas de radiofrecuencia electromagnéticas o a un daño térmico en los espermatozoides por el incremento de temperatura corporal.
Vida del espermatozoide
El estudio demostró que a medida que se incrementaba la cantidad de horas de uso del móvil se producía un deterioro progresivo de los parámetros seminales. De este modo, los varones que utilizaban más de cuatro horas diarias su teléfono móvil tenían una reducción del 50% en el número de espermatozoides, comparados con los hombres que no utilizaban el móvil. Esto empeoraba a medida que se incrementaba el número de horas de utilización del móvil.
El doctor Fernando Neuspiller, director del IVI Buenos Aires, indica que es necesario la realización de más investigaciones que identifiquen las causas de estas alteraciones en la fertilidad masculina. «Es preciso mayor rigor de investigación en el impacto de los diferentes modelos de teléfonos móviles, el efecto adicional de los equipos electrónicos, ordenadores, ondas de radio, servicios bluetooth et», congluye Neuspiller.
Por otra parte, el director del IVI Buenos Aires recuerda que, hace 100 años, un estudio noruego había probado que los hombres tenían unos 100 millones de espermatozoides por mililitro. En 2000, ante la progresiva disminución de la concentración de espermatozoides, la OMS fijó como parámetro de normalidad una concentración de 20 millones por mililitro. Nuevas mediciones en 2010 apuntan que la media ya es de 15 millones.
Hormonas masculinas
Otra investigación, realizada por un equipo de científicos canadienses de la Universidad de Queen’s, señala que las ondas electromagnéticas producidas por los teléfonos móviles influyen de alguna manera en la producción de hormonas masculinas.
El líder del estudio, Rany Shamoul, destaca que los varones que hablan frecuentemente por el móvil tienen un nivel elevado de testosterona circulante y, al mismo tiempo, un bajo nivel de la hormona luteinizante (LH), la cual tiene un papel importante en el proceso reproductivo.
Según los expertos, las ondas electromagnéticas de los móviles producen un doble efecto en el nivel de las hormonas y en la fertilidad masculina: por un lado suben el nivel de testosterona producida en los testículos pero, por otro, reducen el nivel de LH generada por la pituitaria.
Shamoul explica que este tipo de efecto puede influir en la conversión de la testosterona del tipo básico en testosterona más activa, potente, que está asociada a la producción del semen y, por lo tanto, a la fertilidad.
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