El Dr. Antonio Pellicer, Fundador y Copresidente del IVI nos explica las últimas novedades en reproducción asistida presentadas durante el IV Congreso Internacional del IVI, que se ha celebrado en Valencia del 7 al 9 de abril.
¿Qué técnicas nos ayudan a ser madres a partir de los 40?
Sin duda, lo más interesante sería preservar la fertilidad en una edad en la que los óvulos todavía no están dañados, es decir, a los 36 años o menos. La vitrificación de óvulos es algo que las mujeres están viendo cada vez más como la forma de hacer llevadero su desarrollo profesional con la posibilidad de ser madre sin tener después que recurrir a complicados procesos de fecundación in vitro o de donación de óvulos.
Si no ha podido ser así y la mujer tiene más de 40 años, nosotros estamos obligados antes de transferirle unos embriones procedentes de sus óvulos a analizarlos genéticamente para todos los cromosomas, porque la probabilidad que sean anormales llega hasta el 80%.
Cuando las mujeres tienen 40 o más años, antes de transferir los embriones los estudiamos mediante diagnóstico genético preimplantacional, porque hoy por hoy podemos analizar todos los cromosomas y por lo tanto no vamos a transferir un embrión con anomalías que probablemente no implante o dé lugar a un aborto o feto con malformaciones.
La tasa de embarazo en una mujer mayor se multiplica por tres si tiene embriones normales tras Diagnóstico Genético Preimplantacional, pero el problema es que en muchos casos no tienen embriones normales.
¿Cuáles son los cambios más recientes en la estimulación ovárica?
La estimulación ovárica es una de las partes del proceso de Fecundación In Vitro: es el comienzo, puesto que sin ella una mujer ovularía un solo óvulo por ciclo. Puesto que la mujer debe ser sometida a anestesia y a punción transvaginal, lo que hacemos es intentar disminuir la necesidad de repetir este procedimiento una y otra vez de modo que estimulando el ovario obtenemos un mayor número de óvulos en un sólo proceso.
La estimulación ovárica hace años era más agresiva porque se entendía que cuantos más óvulos obtuviésemos mayores serían las probabilidades de éxito. Hoy en día sabemos que si estimulamos los ovarios en exceso ocurren varios factores: el primero de ellos es que probablemente los óvulos sean de peor calidad, además de que no se van a poder transferir después a la mujer porque podría producirse un cuadro de hiperestimulación ovárica. Por otra parte, el endometrio, la matriz de la mujer, cuando ésta ha sido estimulada fuertemente sufre unos cambios a nivel de su receptividad, disminuyendo también por este motivo las posibilidades de embarazo. Es por ello que la tendencia actual es realizar una estimulación ovárica mucho más suave; una Fecundación In Vitro más llevadera sin comprometer los resultados.
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