El doctor Paul Devroey, director del centro de Medicina Reproductiva de Bruselas y pionero en la técnica de ICSI (microinyección espermática del óvulo), explicó, en el contexto del IV congreso Internacional del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), cómo mejorar la estimulación ovárica en los tratamientos de reproducción asistida.
En esta entrevista nos cuenta como se está trabajando actualmente para optimizar la eficacia del proceso y asegurar el confort y la seguridad de la paciente.
En su ponencia “La estimulación del presente es el pasado de mañana” Devroey hizo especial alusión a los excelentes resultados que se consiguen actualmente en la transferencia de embriones congelados. En este sentido, insistió en la prioridad de perfeccionar las técnicas de congelación para reducir el número de embriones que se transfieren, evitando, en lo posible, los embarazos múltiples.
¿Cuál es la importancia de la estimulación ovárica?
Los protocolos de estimulación ovárica se utilizan habitualmente en las Técnicas de Reproducción Asistida (TRA) para madurar varios óvulos a la vez, poder inseminarlos, normalmente mediante ICSI, y una vez fecundados y obtenidos los embriones, poder transferirlos al útero materno, habitualmente de dos en dos, dependiendo de la calidad de los embriones y de la edad materna, y siempre con la finalidad de conseguir un embarazo único. El resto de los embriones obtenidos en ese mismo proceso se congelan para posibles futuras transferencias.
Es evidente que, en este procedimiento, la transferencia de más de un embrión aumenta el estrés emocional de la paciente por el riesgo real de embarazo múltiple.
Un riesgo añadido de la estimulación ovárica es que se produzca una hiperestimulación ovárica, es decir, que maduren muchos óvulos a la vez, con las consecuentes molestias para la paciente y la imposibilidad de poderle transferir los embriones obtenidos en el proceso. En esta situación, en el caso de conseguirse el embarazo, podrían agravarse las molestias consecuentes a la hiperestimulación.
¿Cómo se puede evitar la hiperestimulación ovárica?
Hay que tener en cuenta que, actualmente, los tratamientos de estimulación ovárica, que se realizan en centros especializados con los controles hormonales y ecográficos pertinentes, son muy seguros y permiten evitar, o al menos preveer, la hiperestimulación. Esto permite evitar cualquier riesgo que pueda afectar al bienestar de la paciente.
Además, hoy en día contamos con varios protocolos de estimulación para poder evitar estos casos, como es la sustitución de los fármacos agonistas de la GnRH con antagonistas de esta misma hormona.
Hay numerosos estudios que demuestran que las tasas de embarazos evolutivos después del uso de antagonistas de la GnRH no son menores respecto a los conseguidos con el uso de agonistas, aunque sí es significativo que los casos de hiperestimulación se reducen notablemente con el uso de antagonistas.
¿Cómo afecta la estimulación ovárica a las tasas de embarazo?
La edad de la paciente suele ser un factor decisivo en la obtención de una respuesta adecuada. Hasta los 36 años, las mujeres suelen responder satisfactoriamente a la estimulación, mientras que a partir de esa edad y, especialmente a partir de los 40 años, las probabilidades de que los ovarios respondan adecuadamente son mucho más bajas.
¿En qué dirección se está trabajando actualmente para mejorar los resultados de las TRA?
Mejorando día a día todos los procesos de criopreservación (congelación) y posterior descongelación, tanto de óvulos como de embriones. En el primer caso, para dar la oportunidad a la paciente de preservar sus óvulos jóvenes y acceder a su maternidad en edades más tardías.
En el caso de la congelación de embriones, para obtener buenos resultados en la transferencia de un solo embrión, evitando los embarazos múltiples, y en los casos de hiperestimulación antes mencionados, para posponer la transferencia de embriones, una vez desaparecido el cuadro, con los mismos resultados que obtenemos transfiriendo embriones en fresco.
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