Investigadores del Centro vasco de Investigación Cooperativa en Biociencias (CIC Biogune), juntamente con el Hospital de Cruces (Barakaldo) y la Fundación IVI (Instituto Valenciano de Infertilidad de Bilbao y Madrid), han desarrollado una técnica que permite analizar con más detalle la composición del fluido del endometrio.
Esta nueva técnica ayuda a analizar de manera más concreta la composición del fluido endometrial (mucosa que cubre el interior del útero), cosa que permitirá crear nuevos tests de diagnóstico precoz de la endometriosis, una patología relativamente común entre mujeres en edad fértil.
El estudio ha sido desarrollado en colaboración con la empresa vasca Proteomika, que tomó como base muestras aportadas por el Hospital de Cruces (Barakaldo) y la Fundación IVI (Instituto Valenciano de Infertilidad de Bilbao y Madrid) y ha sido publicado en la prestigiosa revista científica Journal of Proteome Research.
La endometriosis es una patología que llega a causar la infertilidad y ocurre cuando un tejido, como el que recubre el interior del útero, crece fuera, formando adherencias y cicatrices que alteran la anatomía de los órganos pélvicos.
Algunos de los síntomas son cólicos menstruales, dolor intestinal, sangrado irregular o dolor de pelvis durante las relaciones sexuales. Padecer esta enfermedad generalmente daña al revestimiento de la cavidad abdominal, así como ovarios, trompas de Falopio y ligamentos que sostienen al útero.
Aunque aún no se conoce la causa de la endometriosis, se considera que puede ser causada por una alteración en los mecanismos de defensa del organismo de las mujeres por las reacciones que les causa.
Cabe destacar que muchas mujeres con endometriosis no presentan síntomas. De hecho, a veces descubren, por primera vez, que padecen esta patología cuando no consiguen el embarazo.
Julio Francisco de la Jara Díaz, miembro del Instituto Nacional de Perinatología de México, destaca que en los últimos años se ha visto incrementado el número de mujeres que padecen esta enfermedad debido a los cambios culturales a los que se han enfrentado, como es el caso de tener hijos a mayor edad.
De la Jara Díaz explica que para diagnosticar la enfermedad es necesario realizar un examen físico o pélvico, en el cual la paciente se somete a una prueba llamada laparoscopia que consiste en extraer una pequeña cantidad del tejido para analizarlo.
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