Alrededor del 65% de los hombres trabaja en profesiones en las que permanece sentado muchas horas, situación que incrementa el riesgo de desarrollar problemas de infertilidad. Pasar mucho tiempo sentado aumenta la temperatura de los testículos, pudiendo verse afectada la producción de esperma.
En el pasado, la responsabilidad de poder tener hijos recaía casi exclusivamente en la mujer y la infertilidad femenina se percibía como un grave problema. En la actualidad, la infertilidad masculina ha dejado de ser un mito y, gracias a los avances realizados por los científicos, se ha determinado que el varón tiene un papel tan importante como el de la mujer a la hora de concebir un hijo.
Los especialistas en fertilidad señalan que aproximadamente el 40% de los casos de esterilidad se debe a un factor masculino (alteraciones en la cantidad, calidad o movilidad de los espermatozoides), el 40% se debe a un factor femenino, y el 20% restante es de causa desconocida, o se debe a afecciones tanto del hombre como de la mujer.
Una reciente investigación realizada en México asegura que uno de los mayores problemas de fertilidad masculina es la gran cantidad de tiempo que pasan sentados. Los expertos explican que para que los testículos produzcan espermatozoides de calidad, éstos deben estar a una temperatura menor que la del resto del cuerpo. Por este motivo, pasar mucho tiempo sentado frente al escritorio o frente al volante hace que estos órganos se peguen al cuerpo, aumentando su temperatura, y produciendo radicales libres que afectan la producción de esperma.
Entre el 60 y 65% de los hombres se dedican a profesiones en las que permanecen sentados mucho tiempo. Es el caso de taxistas, informáticos u oficinistas, entre otros, que trabajan sentados largas horas, aumentando el riesgo de desarrollar problemas de fertilidad masculina.
El espermatozoide
El biólogo Pedro Cuapio, encargado del Laboratorio de Andrología del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) México, indica que, en términos generales, la función reproductiva masculina requiere de una función sexual (erección y eyaculación) y una función espermática (espermatozoides) normales. Según Cuapio estas funciones en el varón pueden verse afectadas por alteraciones del tracto genital o en la producción del semen.
Sobre el semen, el especialista explica que éste puede contener pocos espermatozoides (oligozoospermia) o ninguno (azoospermia) debido a problemas en la producción de los mismos a nivel de los testículos. La causa puede deberser a alteraciones genéticas, enfermedades de transmisión sexual, poco desarrollo de los testículos, exposición a productos tóxicos, tumores, varicocele, quimioterapia o radioterapia, entre otros.
Además, el doctor de IVI México añade que los espermatozoides pueden presentar anomalías en su movimiento (astenozoospermia), en su forma (teratozoospermia) o en su vitalidad (necrozoospermia) por distintos problemas como es el caso de presencia de anticuerpos, fragmentación del DNA , varicocele, fenómenos de oxidación o infecciones.
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