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El Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) es uno de los centros pioneros en utilizar esta técnica de congelación. Entre otras ventajas, la vitrificación de óvulos permite eliminar la coordinación entre los ciclos de la donante y de la receptora, así como resolver limitaciones como la disponibilidad o las listas de espera.

El 97% de las parejas que acuden al Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) consigue tener un hijo tras tres ciclos de vitrificación. La vitrificación es una técnica de congelación de óvulos que está proporcionando mejores resultados que la técnica clásica de congelación. Permite congelar los ovocitos de forma instantánea, evitando la formación de microcristales de hielo y eliminando el riesgo de lesiones en la estructura celular. Una vez descongelados, los ovocitos sobreviven en mayor número y presentan mayor capacidad de fecundación que los óvulos que han seguido el proceso de congelación clásica.

La directora del banco de criopreservación del IVI, Ana Cobo, recuerda que, años atrás, la falta de disponibilidad de tecnologías de criopreservación de ovocitos hacía necesaria la coordinación con la donante a la hora de iniciar el tratamiento de la receptora, siempre con los con los ovocitos «en fresco», y «alargando un tratamiento que se hacía cada vez más pesado para la paciente».

Desde hace cinco años, gracias al método de vitrificación, la paciente no tiene que esperar. «Cuando una paciente que necesita donación de óvulos para conseguir una gestación entra por la puerta del IVI tiene a su disposición 10.000 ovocitos, entre los que encontrar el que más se adecúe a sus características, y con una tasa de éxito del 97 por ciento en tres intentos», explica la doctora Cobo.

Congelar óvulos

La técnica de la vitrificación ha supuesto, entre otras ventajas, la eliminación de la coordinación entre los ciclos de la donante y la receptora, así como la resolución de las limitaciones de la donación de óvulos frescos, tales como la disponibilidad de donantes y las listas de espera. También ha ampliado el abanico de características fenotípicas a la hora de encontrar los ovocitos más adecuados, incluso en los casos de grupos sanguíneos escasos. Hasta la fecha, ya han nacido más de un millar de bebés gracias a esta técnica.

Con el fin de garantizar a los padres que la vitrificación no tiene ningún impacto negativo en los recién nacidos, el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) ha estudiado los resultados obstétricos y perinatales de 604 bebés, llegando a la conclusión de que el peso medio al nacer es de 2.965 kilos; y que la puntuación del test Apgar, un examen rápido que se realiza al primer y quinto minuto después del nacimiento del bebé y que determina la tolerancia y adaptación al nuevo ambiente, está dentro de la normalidad, con un resultado medio de 8,9 en el primer minuto y de 9,6 en el minuto cinco.