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Según la Organización Mundial de la Salud, la infertilidad afecta a una de cada seis parejas. Cada vez más personas necesitan recurrir a la medicina reproductiva para cumplir el sueño de tener un hijo y muchos lo consiguen gracias a los avances científicos. Pero también hay muchas parejas que directamente no pueden asumir el coste del tratamiento y se quedan sin poder intentarlo.

Ya sea por motivos sociales, profesionales o económicos, que la edad de ser madre se va retrasando ya es hoy una realidad. Y justamente la edad es un factor clave en cuestiones de fertilidad: con el paso de los años se reduce la reserva ovárica y a su vez disminuye la calidad de los ovocitos. Muchas mujeres lo saben. Como también saben que los avances en reproducción asistida permiten cumplir el sueño de ser madres a muchas mujeres de más de 35 años. Según expertos en la materia, es justamente el saber eso lo que contribuye a retrasar la hora de consultar. Pero es importante ser conscientes de lo que eso puede significar.

Por otro lado, son tratamientos con un coste elevado y la sanidad pública no puede atender a todas las parejas con problemas. Pero dejar de potenciar los tratamientos para la infertilidad es algo que la sociedad no se puede permitir. También es cierto que otras enfermedades agudas y crónicas ocupan el día a día de las administraciones sanitarias. Con todo, los pacientes que necesitan un tratamiento de reproducción asistida deben esperar hasta dos años en ser atendidos, debido a las largas listas de espera. Por ese motivo, muchos pacientes mayores de 35 años acuden a las clínicas privadas.

Actualmente, los tratamientos farmacológicos han avanzado mucho, siendo más efectivos y seguros. En función de si su origen es humano o recombinante, el coste es distinto. Cada centro de reproducción asistida y cada comunidad autónoma debe hacer estudios de coste-efectividad y procurar emplear el fármaco que tenga el menor coste con el mejor resultado.

Según José Luis Sánchez Chorro, subdirector General de Gestión Farmacéutica del Servicio Extremeño de Salud, en la comunidad la financiación de estos tratamientos se va a mantener porque su coste “no es tan caro como se cree”.  Y añade que “cuesta lo mismo que una cesárea y hay cesáreas que no son necesarias hacer”.

Por su parte, Paz Ferrero, presidenta de la Asociación de Afectados por el Cáncer de Ovario, señala que aún no hay suficiente información. “La reproducción es un derecho de la persona que se debe reivindicar” y añade que “hay recortes pero también hay recursos. Información y determinación son fundamentales para poder afrontar este problema”.