José Antonio Castilla, director médico del Banco de Semen CEIFER y de la Unidad de Reproducción del Hospital Universitario Virgen de las Nieves (Granada), nos explica cómo afrontan la infertilidad los hombres y las mujeres. Es evidente que existen grandes diferencias educacionales, de lo que se dice comportamientos biopsicosocial entre hombres y mujeres, en Es la manera de relacionarse, de recibir determinadas noticias, etc. Pues con el tema de la infertilidad ocurre lo mismo. Cuando alguien le dice que existe un problema de esterilidad en la pareja siempre la reacción va a ser muy diferente. Generalmente, cuando a una pareja le comunicas que el varón no tiene espermatozoides y tiene que recurrir a semen de donante, casi siempre es el hombre el que es más reacio y es la mujer quien no le da tanta importancia. Depende mucho de la relación de pareja. Hay un hecho muy claro, que es la mujer la que va a quedar embarazada. Esto es inevitable, entonces la mujer tiene que ir más veces a la consulta que el varón porque se le va a realizar más pruebas que a él. Por este motivo, se suelen ver más mujeres en la consulta que a la pareja completa. Entonces el varón muchas veces no acompaña a la mujer porque no es necesario pero ni siquiera la acompaña por solidaridad ya que el problema es de los dos. Si bien es verdad que al hombre hay que hacerle una historia clínica, una exploración y un seminograma pero poco más podemos hacer. En las mujeres, en cambio, vamos intervenir mucho más ya que es la que va a recibir tratamientos hormonales, la que le vamos a realizar la fecundación in vitro (FIV), le vamos a poner el semen, los embriones, es decir, somos más intervencionistas en la mujer que en el hombres y eso conlleva distintas reacciones por parte de ambos miembros de la pareja.
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