Uno de los aspectos cruciales para el éxito de un tratamiento de FIV es la selección de los embriones con un mayor potencial de implantación. Una vez identificados, se decide en función de cada caso el número de embriones a transferir mientras que el resto, en el caso de que los hubiese, son congelados por si fuesen necesarias futuras transferencias.

Una vez los óvulos han sido fecundados se consideran embriones (legalmente preembriones). Éstos son cultivados en medios específicamente diseñados para cubrir sus necesidades celulares. Durante este cultivo se observa la evolución morfológica de los embriones, en un período que puede oscilar entre los dos y los seis días después de la fecundación. En función de cada caso, el equipo biomédico decidirá si llevar a cabo la transferencia embrionaria en estadío de células (día +2 o +3) o en estadío de blastocisto (día +5 o +6)

Es de vital importancia controlar muy bien las condiciones de cultivo, como la temperatura, el pH, la humedad, la calidad del aire y la esterilidad para garantizar el óptimo desarrollo de cada embrión.

¿Cómo se seleccionan los mejores embriones?

El desarrollo de herramientas para poder identificar los embriones con mayor potencial de implantación ha sido uno de los principales objetivos de los investigadores desde los inicios de la fecundación in vitro. Sin embargo, el método más utilizado sigue siendo la observación de su morfología a lo largo de las divisiones.

  • Durante los tres primeros días de desarrollo, el embrión humano presenta divisiones sucesivas que comportan el aumento desde una célula original (óvulo fecundado o zigoto) hasta un número ideal de entre 7 y 9 células tres días después de la fecundación. En este primer período, los parámetros como el ritmo y sincronía de las divisiones celulares son fundamentales para la selección de embriones. La ausencia de fragmentos celulares como fruto de esas divisiones también es de vital importancia. Algunas estructuras intracelulares, como vacuolas o la existencia de multinucleación pueden ser síntomas de un menor potencial de implantación.
  • Entre el cuarto y el sexto día de desarrollo, los embriones humanos presentan un aumento en el ritmo de divisiones así como una reorganización de sus células. Si este proceso culmina con éxito, entre el día 5 y 6 el embrión presenta una estructura conocida como blastocisto. En función del número de células y la estructura que adopten, los blastocistos pueden ser clasificados de mayor a menor potencial de implantación.

¿Qué herramientas existen para seleccionar los mejores embriones?

Basándose en la morfología como indicador básico de la calidad embrionaria, en los últimos años han aparecido en el mercado sistemas automatizados, llamados genéricamente time lapse.

Su principal ventaja consiste en que se recogen de forma automática imágenes de los embriones, tomadas en intervalos cortos de tiempo. De este modo, es posible crear una película de la evolución del embrión y obtener muchos datos sobre el proceso. Sin embargo, aún existe poco consenso sobre la interpretación y la importancia de algunos de estos datos obtenidos. El sistema de time lapse más conocido es el Embryoscope.

Dada la repercusión que tienen en el éxito de un ciclo de fecundación in vitro, la selección de embriones sigue siendo uno de los aspectos más estudiados. Una de las técnicas complementarias más habituales es el diagnóstico genético preimplantacional, pero también se están desarrollando sistemas basados en el metabolismo del embrión o  la cantidad de ADN mitocondrial de sus células, por ejemplo.

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Vicente Badajoz, coordinador del laboratorio Ginefiv (Madrid), nos explica cuál es el fundamento de la fecundación in Vitro (FIV) y qué factores hay que considerar a la hora de seleccionar un embrión antes de la transferencia embrionaria.

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