Inflamación de uno o ambos testículos. Su causa más común son las paperas, aunque puede aparecer también después de una infección de próstata o de una inflamación del epidídimo (epididimitis).

La orquitis provocada por el virus de las paperas es más frecuente en niños a partir de 10 años y suele manifestarse a los cuatro y seis días después de haberlas padecido. Una de las complicaciones de la orquitis cuando se presenta en edades tempranas es la atrofia testicular.

Otras causas de la orquitis son las enfermedades de transmisión sexual (ETS) como la gonorrea o la clamidia. En este caso es más frecuente en varones de edad comprendida entre los 19 y 35 años, siendo los factores de riesgo más comunes el tener múltiples parejas sexuales, antecedentes personales de gonorrea u otra ETS, pareja sexual con una ETS diagnosticada o comportamientos sexuales de alto riesgo.

Si se trata de una orquitis no transmitida por vía sexual, los factores de riesgo son el uso prolongado de sondas, tener más de 45 años, padecer trastornos congénitos de las vías urinarias, no estar vacunado contra las paperas y padecer infecciones urinarias recurrentes.

Entre los síntomas y signos que pueden alertar de una orquitis destacan la inflamación escrotal, ingle edematosa y sensible, fiebre, testículo inflamado, sensible y con sensación de pesadez, sangre en el semen, flujo en el pene y/o padecer dolores al orinar, en la eyaculación o relaciones sexuales y también dolor inguinal o del testículo.

Atendiendo a las causas, el tratamiento será con antibióticos cuando la orquitis es producida por bacterias (gonorrea o clamidia). También se utilizan analgésicos y antimflamatorios. Se recomienda reposo en cama con elevación del escroto y aplicación de compresas frías.

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