La inseminación artificial es uno de los principales tratamientos de reproducción asistida.

Consiste en el depósito en el útero de la mujer de una muestra de semen previamente tratada. La inseminación artificial debe coincidir con el momento de la ovulación de la mujer, que se controla generalmente mediante fármacos para aumentar el número de óvulos generados durante el ciclo y para tener un control sobre el momento preciso de la ovulación.

La indicaciones son diversas, pudiendo ser el tratamiento recomendado en los casos en los que, existiendo una buena permeabilidad de las trompas de Falopio de la paciente la muestra de semen de su pareja presente alteraciones leves.

La inseminación artificial no debe recomendarse en casos en los que no exista integridad tubárica, o bien la edad de la mujer lo indique (generalmente por encima de los 35 años) o bien las alteraciones en el semen de la pareja sean importantes. En estos casos, las probabilidades de embarazo por inseminación artificial son muy bajas y puede recomendarse directamente la Fecundación in vitro.

En los casos en los que la mujer cumple dichos requisitos pero no tiene pareja masculina, puede indicarse el mismo tratamiento de Inseminación artificial utilizando semen de banco.

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