Enfermedad hereditaria causada por un gen defectuoso que lleva al cuerpo a producir un líquido anormalmente espeso y pegajoso llamado moco. Este moco se acumula en las vías respiratorias de los pulmones y en el páncreas (órgano que ayuda a descomponer y absorber los alimentos). Es uno de los tipos de enfermedad pulmonar crónica más común en niños y adultos jóvenes y que puede ocasionar una muerte prematura.

Las personas que padecen de fibrosis quística requieren tratamientos continuos a fin de evitar complicaciones pulmonares y digestivas además de acudir a centros hospitalarios para someterse a controles periódicos.

En España, la incidencia de fibrosis quística es de un caso de cada 3.500 nacidos vivos, sin embargo, uno de cada 30 habitantes es portador de la enfermedad.

Mantener una alimentación correcta, luchar contra la infección e inflamación respiratorias con los medicamentos adecuados, la práctica de algún deporte, la realización de fisioterapia respiratoria y de ejercicios de fortalecimiento de la musculatura del tórax son los pilares básicos para tratar la fibrosis quística.

Los principales síntomas de la fibrosis quística son problemas respiratorios y digestivos, falta de peso y sabor salado de la piel. Esta misma patología causa en el recién nacido retraso en el crecimiento, trastornos a nivel digestivo y trastornos respiratorios de todo tipo como tos, mocos y pneumonias frecuentes.

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