La fecundidad es el potencial reproductivo de un organismo o población. En el caso del ser humano, es la capacidad que tiene el individuo, hombre o mujer, de reproducirse y transmitir sus genes a su descendencia.

Hablamos de fecundidad siempre y cuando exista la capacidad de poder tener descendencia y, por tanto, parámetros normales de fertilidad.

La fecundidad viene dada por los nacidos vivos con relación a la mujer. La tasa global de fecundidad será el valor que relaciona el número de nacidos vivos con el número de mujeres que se encuentran en edad fértil (15-49 años) en un lugar determinado.

En España, la tasa de fecundidad se situó en 2008 en 1,46 hijos por mujer en edad de procrear, su valor más alto en los últimos veinte años. No obstante, esta cifra aún queda muy lejos de las cifras del ‘baby boom’ de mediados de los 70, cuando la tasa era de 2,80 hijos por mujer.

Las principales causas de este descenso de la fecundidad, iniciado en la década de los 70, son la incorporación de la mujer al mundo laboral y su acceso a mayores niveles de educación.

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