En el caso de que exista la sospecha de que la causa (o una de las causas) de la infertilidad de una pareja esté relacionada con el varón, es muy recomendable realizar una visita andrológica. El andrólogo, especialista en el sistema reproductor masculino (o un urólogo especializado en infertilidad masculina) tratará de determinar la causa de la infertilidad.

Una vez establecido el diagnóstico, el andrólogo podrá establecer el tratamiento adecuado con la finalidad de mejorar o normalizar el semen. En el caso de ser necesaria la aplicación de técnicas de reproducción asistida, el diagnóstico resulta clave para elegir el tratamiento con mayores probabilidades de éxito.

¿Cómo se lleva a cabo la primera visita?

La primera consulta al andrólogo o urólogo se basará en cuatro puntos fundamentales:

1. Historia clínica

En primer lugar, el especialista realizará una serie de preguntas al paciente (Anamnesis) con el fin de conocer sus antecedentes médicos y quirúrgicos, historia sexual y reproductiva y antecedentes familiares. Conocer si existen patologías previas, sean o no reproductivas, embarazos o abortos con la pareja actual o parejas anteriores o aspectos relacionados con la conducta sexual pueden ser esenciales para establecer un diagnóstico correcto.

2. Exploración física

Un reconocimiento médico permite valorar el estado físico general, la expresión de caracteres sexuales secundarios y la valoración de las estructuras del aparato genital.

Es importante valorar aspectos como la distribución de grasa corporal o el timbre de voz para descartar anomalías en la expresión de caracteres sexuales secundarios, relacionadas con alteraciones en el sistema endocrino o alteraciones de tipo genético.

La exploración genital, se inicia por el pene y se observa si hay existencia de posibles lesiones dermatológicas y anomalías. Se valora también el escroto así como el tamaño, la forma, la consistencia y situación de los testículos para descartar diversas anomalías que puedan ocasionar una menor producción de espermatozoides. Es necesario valorar las estructuras adyacentes, principalmente epidídimos y conductos deferentes. Por último, se analiza la presencia de varices testiculares (varicocele). En casos en que se sospeche de alteraciones en la próstata o estructuras adyacentes, se finaliza esta exploración genital con un tacto rectal.

La exploración física puede verse complementada por una valoración ecográfica en el caso de que se quiera ahondar en el diagnóstico.

3. Valoración clínica del seminograma

El conjunto de datos obtenidos en la realización de la historia clínica y la interpretación de los resultados del seminograma pueden ser suficientes para establecer un diagnóstico. Se debe tener en cuenta que los valores entre los parámetros seminales de un mismo individuo pueden variar considerablemente, de modo que es recomendable aportar como mínimo dos seminogramas.

4. Pruebas complementarias

En el caso de que el especialista lo considere necesario, es posible llevar a cabo pruebas complementarias que ayuden a determinar la causa de la infertilidad en el varón. A continuación se describen brevemente las más frecuentes:

Análisis hormonal: en pacientes con sospecha de disfunciones endocrinas, se pueden valorar los niveles en sangre de algunas hormonas como la testosterona.

Análisis de anticuerpos anti-espermatozoide: en seminogramas que presenten una importante aglutinación entre espermatozoides, ésta puede ser causada por anticuerpos creados por el propio organismo, a consecuencia por ejemplo de algún antecedente traumático o quirúrgico.

Análisis genéticos: el más común es la realización del cariotipo. Adicionalmente, existen dos pruebas genéticas relacionadas con el factor masculino:

 – Microdeleciones del cromosoma Y: existen varios genes localizados en este cromosoma que han sido relacionados con la disminución severa de la calidad del semen.

 – Gen de la fibrosis quística. Se trata de una enfermedad genética autosómica recesiva, es decir, requiere que las dos copias del gen estén alteradas para que una persona desarrolle la enfermedad. Sin embargo, los varones que son portadores de una sola copia (y por lo tanto sanos) pueden presentar infertilidad debida a la ausencia o hipoplasia de uno o ambos conductos deferentes.

Análisis genéticos de los espermatozoides: los más frecuentes son el FISH en espermatozoides y Análisis de la Fragmentación del ADN espermático.

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