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La embriología, la andrología, la calidad y la genética fueron los temas principales de las ponencias y debates del Congreso Anual de ASEBIR (Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción), y es que el laboratorio de Reproducción Humana Asistida y Embriología Clínica es fundamental en cualquier tratamiento.

Las nuevas tecnologías que se están desarrollando aumentan las posibilidades de éxito en los tratamientos de reproducción asistida. Por ejemplo, el poder observar a los embriones a lo largo de su desarrollo ofrece la posibilidad de obtener una selección más eficaz, lo que facilita el incremento de las tasas de embarazo.

Las nuevas incubadoras con sistemas de imágenes permiten realizar multitud de fotografías a lo largo del proceso, configurando un vídeo de retratos sucesivos que ofrece mucha más información.

«El resultado es un incremento de las tasas de implantación de embriones de entre un 5% y un 10%», explica Montserrat Boada, embrióloga del Institut Universitari Dexeus de Barcelona y nueva presidenta de ASEBIR.

En cuanto a la andrología, se han analizado las columnas de unas proteínas llamadas anexinas, dotadas de un campo magnético que posibilita la separación de una muestra seminal en aquellos casos en que están comenzando a degenerar.

De este modo, se obtienen unas mayores tasas de embarazo, algo que también sucede con la realización de los test que separan espermatozoides con DNA fragmentado –la fragmentación del ADN se encuentra inversamente relacionada con la capacidad fecundante del individuo. Así, cuanto mayor sea el índice de fragmentación del ADN, menor será la capacidad fecundante del individuo—.

Sobre la genética, el Congreso ha promovido el análisis de técnicas moleculares con la finalidad de estudiar todos los cromosomas en la aplicación de los diagnósticos genéticos preimplantacionales. Además, los profesionales también analizaron los test genéticos.

«Estos se pueden llevar a cabo en pacientes que se someten a cualquier ciclo de reproducción asistida, o en cualquier pareja que desee conocer la posibilidad de portar, genéticamente, la misma enfermedad, lo cual supone, en el 25% de los casos, la transmisión a sus descendientes», apunta Boada.

Gracias a la reproducción asistida, 16.000 niños nacen cada año en España: el 84% a través de Fecundación In Vitro (FIV) y el 16% por Inseminación Artificial.

El registro «European IVF monitoring» de la ESHRE (European Society of Human Reproduction and Embryology) indica que nuestro país es un de los tres primeros de Europa en cuanto a número de ciclos de reproducción asistida.