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La crocina es un antioxidante que se encuentra en el azafrán y que podría ser beneficiosa para la fertilidad masculina ya que se ha demostrado que favorece la movilidad de los espermatozoides, más de lo que lo hacen otras moléculas como las de vitamina E.

Estos resultados provienen de un estudio realizado por un grupo de investigadores españoles que estudiaban
la mejora del tratamiento de la fertilidad en el ciervo rojo. De todos modos, falta probarlo con otras especies animales y con los seres humanos, pero en caso de que funcionase igual, se trataría de un paso muy importante en medicina reproductiva.

Lo que es seguro es que este hallazgo abre las puertas a nuevos avances científicos en este campo, tal como afirma Felipe Martínez Pastor, del grupo de Investigación de Técnicas de Reproducción Asistida de la ULE (Universidad de León). Martínez recuerda que «en futuros estudios puede tener interés tanto la actividad espermática que favorece este antioxidante, como el metabolismo del espermatozoide».

La investigación empezó en otoño de 2008 e intentaba controlar el efecto de diferentes antioxidantes en el semen de ciervo rojo. Este estudio pretendía mejorar los procesos de descongelación del semen e inseminación de ciervas. Las pruebas realizadas se hicieron in vitro.

La idea era mejorar estos procesos en unos animales considerados como semidomésticos, que se pueden criar en grandes extensiones para soltarlos luego con fines cinegéticos. Felipe Martínez Pastor explica que «poseen un manejo complicado por esta característica de semidomesticación y porque su tamaño es inferior al del ganado vacuno». En España, además, estos animales no están extendidos por todo el territorio como ocurre, por ejemplo, en Nueva Zelanda, donde casi es considerado un animal doméstico.

Para la investigación, los científicos emplearon cuatro tipos de antioxidantes naturales, tres muy extendidos y uno muy exclusivo. Eran el ácido lipoico, la melatonina y una variante comercial de la vitamina E, junto a la crocina, substancia propia del azafrán. En el tratamiento de reproducción asistida, generalmente los espermatozoides están sometidos a radicales libres lo que les ocasiona estrés oxidativo, es decir, falta de oxígeno en su metabolismo. En su planteamiento inicial, los antioxidantes son capaces de destruir los radicales libres, por lo que, «en teoría, deben salvar a los espermatozoides y su ADN».

En el experimento, los investigadores sometieron a estrés oxidativo inducido con hierro. Esta reacción produjo la aparición de los radicales libres. Ante estas circunstancias, tres antioxidantes fueron efectivos y redujeron el daño en el ADN y el ocasionado por los radicales libres. Fueron, según el orden de su efectividad, la vitamina E, la crocina y la melatonina. El ácido lipoico no resultó efectivo. Al estudiar la movilidad de los espermatozoides, los científicos observaron algo que no esperaban: la crocina, el antioxidante del azafrán, era más beneficioso en esta actividad que la vitamina E, de la que se conocen extensamente sus propiedades.