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La Sanidad Pública Británica ha ampliado la edad límite en la que va a financiar los tratamientos de reproducción asistida hasta los 42 años (el límite actual era de 39). Así lo ha recomendado el Instituto Nacional de Excelencia Clínica de Reino Unido (NICE), una de las entidades más conservadoras en asistencia sanitaria.

La noticia resulta sorprendente tanto por el carácter conservador de la entidad, como por el hecho de que nos encontramos en plena época de recortes. Además, ha llevado a comentar el estado de esta cuestión en nuestro país, para ver si también se debería ampliar la edad de las mujeres que puedan recibir el tratamiento de fertilidad de forma gratuita.

En España, la Comisión Nacional de Reproducción Asistida recomienda no sobrepasar los 40 años. Pero no se trata de un límite legal, sino que esa edad límite fue consensuada entre científicos y profesionales en 2002 y publicada en la Revista Iberoamericana de Fertilidad, según explica Roberto Matorras, coordinador de Docencia e Investigación del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en Bilbao.

“En el documento dejamos claro que eran unas recomendaciones basadas en el estado de la cuestión en ese momento, y que se podrían modificar si los avances científicos futuros así lo indicaban”, explica el especialista.

Matorras cree que por ahora no es necesario ampliar el límite de edad como se ha hecho en Gran Bretaña. “Es cierto que los tratamientos de reproducción asistida cada vez son más exitosos en la franja por encima de los 40, pero es porque lo son en todas las edades”. El especialista considera que hay otras prioridades en el Sistema Nacional de Salud (SNS) con respecto al tratamiento de la infertilidad.

Y es que de entrada hay que tener en cuenta que hoy por hoy las listas de espera para realizar un tratamiento de fertilidad en los centros públicos son larguísimas. Si se ampliara el límite de edad de las mujeres que reciben tratamiento, aumentarían también las listas de espera. De todos modos, Matorras admite que sí sería una buena opción “en un sistema con recursos abundantes”.

Además, antes de plantearse la ampliación del límite de edad, el experto cree que el Sistema Nacional de Salud tendría que dotar de más recursos a los pocos centros públicos que actualmente ofrecen tratamientos de reproducción asistida. “En muchos centros, la dotación es precaria; por ejemplo, al no haber recursos para que se trabaje los fines de semana, los ciclos son francamente mejorables”. Y es que en España existen sólo 37 unidades públicas y, en cambio, más de 180 centros privados, según la Sociedad Española de Fertilidad.

Respecto a la diferencia de éxito en los tratamientos de reproducción asistida más allá de los 40, Matorras indica que “a partir de los 41, se someten a estas técnicas solo el 20% de las mujeres que quieren hacerlo, así que tampoco los datos de éxito serían buenos indicadores”, concluye.