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Un embarazo múltiple supone un incremento de riesgos tanto para la madre como para los fetos. Por ese motivo cada vez se hacen más transferencias selectivas de embriones con el objetivo de reducir los embarazos múltiples y conseguir que la tasa de embarazo se acerque a la que se da de forma natural.

Uno de los temas que se ha tratado en el 29º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) es que, aunque en España la legislación permite transferir un máximo de tres embriones en un ciclo, la tendencia actual es reducir la cantidad de embarazos múltiples. Por ese motivo, los especialistas manifiestan que cada vez se realizan más transferencias selectivas de uno o dos embriones. Y es que el 25% de los tratamientos de reproducción asistida termina en un embarazo gemelar, pero los profesionales buscan acercar esta cifra a la que se da de forma natural.

Así pues, durante el congreso se está poniendo un énfasis especial en todo lo relativo a la seguridad, tanto del paciente como en el laboratorio de reproducción. El Dr. Javier Marqueta, director del Instituto Balear de la Infertilidad (Ibilab), explica que “aunque no hay que interpretar que un embarazo múltiple es siempre un peligro o riesgo, puesto que el embarazo gemelar existe de forma natural y la mayoría de las veces evoluciona favorablemente, sí que supone un incremento de riesgos tanto para la madre como para los fetos”. Para la madre hay más riesgo de hipertensión arterial, patologías placentarias, cesáreas, etc. Para los fetos, principalmente, la prematuridad y el bajo peso al nacer.

Según el Dr. Marqueta, “el objetivo es aumentar el número de casos en los que se transfiere un embrión al útero de la mujer, sin que eso suponga una disminución de las posibilidades de embarazo”. Pero la disminución de los embarazos múltiples a las cifras deseables tiene un coste económico a corto plazo: “hay que hacer más ciclos de tratamiento por mujer y eso implica un gasto ahora, pero que supondrá un ahorro en el futuro. De hecho, el coste de la asistencia a un embarazo y parto gemelar y el coste, a veces de por vida, de posibles secuelas en los nacidos es mucho mayor que la inversión necesaria para hacer más ciclos con transferencias de un embrión. Los países que apoyan económicamente la transferencia de un embrión han comprobado el ahorro que supone a largo plazo”, apunta el director de Ibilab.

Directamente relacionada con los embarazos múltiples está la estimulación ovárica, la técnica para lograr que varios de los óvulos que pierde una mujer cada mes, sigan su crecimiento y lleguen a ser fecundables. El principal problema de la estimulación ovárica es la excesiva respuesta del ovario, la denominada hiperestimulación ovárica, que consiste en la producción de un gran número de óvulos y una respuesta hormonal excesiva que puede generar alteraciones. Aunque la incidencia sea baja en nuestro país con menos del 1%, la tendencia es que siga disminuyendo gracias a los últimos avances. “Los nuevos protocolos de estimulación y el tratamiento personalizado, que consiste en aplicar a cada paciente el tratamiento más adecuado para lograr el número mínimo de óvulos y embriones que hagan posible el embarazo, van a disminuir mucho más su incidencia”, destaca el Dr. Marqueta.

La seguridad de las pacientes es vital, pero también lo es la seguridad que ha de existir en los laboratorios de reproducción. De hecho, “los laboratorios de tratamientos de reproducción asistida tienen que obtener una autorización específica de las autoridades sanitarias competentes para poder desarrollar su actividad y deben estar preparados para someterse a evaluaciones por parte de la administración mediante auditorías externas”, explica la Dra. Montserrat Boada, del Servicio de Medicina de la Reproducción del Instituto Universitario Dexeus. Además, los centros deben seguir programas para la mejora continua de la calidad asistencial con el fin de desarrollar y mantener actualizado un sistema de calidad bien gestionado.

Evitar la confusión de gametos es uno de los objetivos principales de establecer normas de seguridad en los laboratorios de reproducción asistida. En este sentido, la Dra. Boada señala que “la primera norma para evitar errores en un laboratorio de reproducción asistida es disponer del personal necesario y adecuadamente preparado para poder realizar la labor asistencial programada”. Pero, además, “es imprescindible que no trabaje nunca un embriólogo solo, sino que disponga siempre de un controller que verifique que no se produzca ningún error ni confusión en todos los procedimientos críticos que se realizan, a menos que tenga un sistema de vigilancia automatizado que pueda desempeñar eficientemente esta función de control”.

De forma paralela al sistema de vigilancia tradicional, en la actualidad se están desarrollando métodos alternativos que utilizan sistemas de alarma por radiofrecuencia y se está investigando en nuevos métodos de marcaje de gametos y embriones con dispositivos microscópicos para diferenciar los de cada paciente. En España no existen evidencias de confusión de gametos o embriones, en centros extranjeros ha habido algún caso, por lo cual en esta cuestión nunca se puede bajar la guardia.

En los casos en que parejas seropositivas quieren tener descendencia y recurren a los tratamientos de reproducción asistida para evitar que sus hijos nazcan con la enfermedad, las muestras de riesgo biológico se preparan de acuerdo a protocolos estandarizados muy estrictos. “La finalidad principal es disminuir el riesgo de contagio de la pareja y la descendencia, pero también evitar la contaminación tanto de otras muestras que se preparan o almacenan en el laboratorio, como del personal mismo que realiza el procedimiento”, explica la Dra. Montserrat Boada.

Para ello, se utilizan cabinas de seguridad biológica y medidas de protección específicas. “Las muestras de pacientes seropositivos se procesan siempre separadas del resto de muestras y nunca simultáneamente en una misma cabina o unidad de trabajo. De hecho, generalmente estos procedimientos se programan los últimos para poder manipular sus gametos o embriones aisladamente, cuando el resto de procedimientos ya han finalizado. Es importante señalar que hasta el momento no se ha reportado ningún caso de contaminación cruzada en un laboratorio de reproducción asistida”, concluye la Dra. Boada.