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Una mujer tiene más posibilidades de quedar embarazada con un tratamiento de Fecundación in Vitro (FIV) si tiene un nivel adecuado de serotonina en su organismo, que es una hormona ligada al estado de ánimo, el sueño o el apetito. El 25% de mujeres tienen desajustes en el nivel de serotonina.

Así lo indica un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Málaga (UMA), que han comprobado cómo los genes que metabolizan la serotonina en determinadas mujeres son decisivos a la hora de que el embrión que se implanta en el útero se quede ahí o se pierda. Lo explica el catedrático Armando Reyes, del Departamento de Bioquímica, Biología Molecular e Inmunología de la Facultad de Medicina de la UMA, que dirige este grupo de investigadores. Se calcula que en un 25% de mujeres el nivel de serotonina no se ajusta a los parámetros idóneos para fecundar.

Lo importante es que el nivel de serotonina sea el óptimo, es decir, que se albergue una concentración crítica para un correcto anidamiento del embrión. Esto no significa que a más cantidad de serotonina la posibilidad de éxito sea mayor, sino que tanto el exceso como el defecto son inadecuados. En este sentido, Reyes indica que “si hay un defecto de serotonina en la mujer receptora, posiblemente el embrión no se implante, mientras que si hay un exceso, el crecimiento del embrión puede que sea muy lento y con problemas».

La serotonina participa en muchas funciones cerebrales, por eso es importante que se produzca en cantidades adecuadas. Esta hormona modula el funcionamiento de otras neuronas, regula el apetito a través de la sensación de saciedad, el deseo sexual, la agresividad y la ansiedad, lo cual repercute también en la fertilidad. Esto se puede compensar con alimentos con alto contenido de zinc, como algunas frutas, vegetales, cereales integrales y mariscos. Si es algo más grave, será necesario recurrir a algún tipo de medicación como antidepresivos o ansiolíticos.

Así pues, a través de la dieta y los fármacos se pueden modificar los niveles de serotonina, pero la genética de la propia persona también influye. Según Reyes, “la serotonina es un factor nutrigenético porque le afecta cómo ingerimos y cómo somos nosotros genéticamente». Todo esto también influye en la fertilidad de la mujer en general.

El estudio, liderado por la Universidad de Málaga con la colaboración del Instituto de Infertilidad Clínicas Rincón, forma parte del proyecto de tesis doctoral de Arturo Reyes en el citado departamento. Ha sido premiado en la XXVII reunión anual de la European Society of Human Reproduction and Embryology (Eshre).

No obstante, estos son los primeros resultados de un estudio que comenzó en 2011 y que se encuentra en fase de ampliación. En este sentido, el director de la tesis señala que las nuevas investigaciones irán encaminadas a avanzar en el tema de las moléculas relativas al humor y plantear su posible relación con la inmunidad.