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El Instituto Marquès de Barcelona fue el primer centro de reproducción asistida en ofrecer la adopción de embriones a sus clientes. La clínica barcelonesa los ofrece si sus padres no se han pronunciado sobre su destino.

El centro barcelonés cuenta con un programa pionero a nivel internacional, el Programa de Adopción de Embriones del Instituto Marquès, que actualmente es el más amplio del mundo, para dar salida al gran número de embriones congelados que se acumulan año tras año, teniendo en cuenta que el 40% de las parejas evita contestar sobre el destino que quiere dar a los sobrantes de sus procesos de fecundación in vitro (FIV).

Una de las responsables de este programa, Marisa López-Teijón, explica que las parejas que se someten a una FIV tienen un plazo de cuatro años para informar a la clínica de lo que desean hacer con los embriones sobrantes (donarlos para investigación, para otras parejas o bien destruirlos). López-Teijón comenta que si transcurre ese periodo, si no se han pronunciado, pasan a ser propiedad del centro.

En este sentido, el Instituto Marqués, y algunos otros centros de reproducción asistida después, crearon un programa de adopción de embriones con aquéllos procedentes de parejas sanas y menores de 35 años.

Según explica el Instituto Marquès en su espacio web, adoptar embriones es hacer un tratamiento para lograr un embarazo con embriones que han quedado sin destino asignado por sus padres biológicos. Cabe destacar que esta es una opción algo más barata que la FIV tradicional (3.000 euros frente a, como mínimo, el doble) que también se puede hacer con cigotos donados expresamente por sus progenitores.

Manuel Fernández, director del Instituto Valenciano de Infertilidad en Sevilla, asegura que el problema es que la mayor parte de las parejas que se somete a una FIV no saben qué hacer con los embriones que no han utilizado. El experto explica que muchas parejas optan por agotar los tiempos legales, dejando de esta forma que sea la clínica que decida por ellos.

Especialistas de la clínica barcelonesa indican que cualquier mujer mayor de edad en plena salud psicofísica puede adoptar estos embriones, cosa que incluye a parejas o mujeres en lista de espera para adopción de niños, parejas con hijos, mujeres sin pareja masculina que desean tener un hijo y parejas con problemas de esterilidad de larga evolución.