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Un elemento clave para la detección de las causas de esterilidad en el varón es la punción de testículo. Expertos del Instituto Marquès aseguran que más de la mitad de las parejas con fallos repetidos de Fecundación in Vitro sin causa aparente presentan un problema de meiosis que puede ser detectado mediante biopsia testicular.

Un estudio del Instituto Marquès de Barcelona, titulado ‘IVF outcome in couples with meiotic anomalies in testicular biopsy‘ y presentado en el congreso de la Sociedad Europea de Reproducción Humana (ESHRE), que se está celebrando en estos momentos en Roma, revela que el 61% de las parejas con fallos repetidos de Fecundación in Vitro (FIV) sin causa aparente presentan un problema de meiosis que puede ser detectado mediante biopsia testicular.

Cabe destacar que para llevar a cabo esta investigación, se realizó un estudio sobre un total de 321 parejas en las que se aconsejó el estudio de meiosis por fallos repetidos de FIV, en los que fueron intervenidos con una punción de testículo los 321 varones. De todas las intervenciones realizadas, se observó meiosis en un 39% de los casos y meiosis alterada en un 61% de los mismos.

La meiosis es el proceso mediante el cual durante la fecundación de los gametos (espermatozoides y óvulos) se reduce la dotación cromosómica de los mismos a la mitad (células haploides con 23 cromosomas) a diferencia de las demás células del cuerpo que son diploides con 46 cromosomas. Si a lo largo de las diferentes divisiones celulares se producen alteraciones en la reducción cromosómica, ese espermatozoide no embarazará o el embarazo finalizará con un aborto.

Los expertos aconsejan, para mejorar las posibilidades de embarazo ante un problema de meiosis, realizar la FIV con el semen del varón pero analizando los embriones antes de implantarlos para transferir únicamente a la mujer aquellos sanos cromosómicamente. Según el mismo estudio, con esta técnica, conocida como Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP), las tasas de embarazo llegan a alcanzar un 50%. En los casos más patológicos, los especialistas recomiendan acudir a semen de donante.

La doctora Marisa López-Teijón, Jefa de Reproducción Asistida de Instituto Marquès, explica que la forma de estudiar el proceso de meiosis con la máxima seguridad diagnóstica es a través de una biopsia del tejido testicular. Este procedimiento consiste en realizar una pequeña incisión para extraer una muestra de tejido testicular que se evalúa para detectar si hay presencia de espermatozoides. Es una pequeña intervención quirúrgica que se realiza bajo anestesia local y de forma ambulatoria (no requiere ingreso).

El procedimiento completo dura habitualmente unos 15 minutos y generalmente esta prueba se practica para encontrar la causa de infertilidad masculina cuando el seminograma del paciente (análisis de semen) sugiere que hay anomalías en los espermatozoides u otras pruebas no han encontrado la causa.

Unos resultados anormales en el tejido obtenido en la biopsia pueden indicar: hipoespermatogenésis (producción de cifras anormalmente bajas de espermatozoides), ausencia de las células necesarias para producir la maduración de los espermatozoides, anomalías de las células Leydig (células que producen la hormona testosterona en el tejido que rodea los túbulos donde se producen los espermatozoides), aplasia de las células germinales (falta de células germinales que son las que hacen posible la producción de espermatozoides) o evidencia de infección testicular previa.