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El banco de semen del Hospital La Fe de Valencia cuenta en la actualidad con el esperma de 435 jóvenes con cáncer que decidieron congelar sus espermatozoides para preservar su fertilidad antes de someterse a un tratamiento oncológico.

Ana Monzó, presidenta del comité organizador de la vigésimo octava edición del Congreso de Fertilidad que se celebra en Valencia, ha anunciado que el banco de semen del Hospital La Fe custodia en la actualidad el esperma de 435 jóvenes con cáncer que durante los últimos siete años han decidido preservar su fertilidad para poder ser padres en el futuro.

Cabe señalar que de estos 435 varones, treinta ya han superado tan dura prueba y, después de descongelar su semen, diez ya han logrado ser padres.

La especialista ha destacado que cuando se les comunica a los pacientes que tienen un tumor, éstos sólo piensan en vivir, no piensan en que dentro de unos años pueden necesitar unos espermatozoides que no tendrán si no los preservan. La presidenta del comité organizador del congreso también remarcó la necesidad de ‘concienciar’ a hematólogos, endocrinos y oncólogos para que convenzan a los jóvenes de que en ese momento tan duro deben pensar en una futura paternidad.

Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), Buenaventura Corolau manifestó que España está a la cabeza de la reproducción asistida y que el último registro (de 2007) indica que se han realizado en nuestro país más de 40.000 ciclos de fecundación in vitro, un 20% de los cuales en la Comunitat Valenciana.

Cabe destacar que uno de los avances que se hacen en el Hospital La Fe es extraer óvulos inmaduros y madurarlos in vitro para pacientes con cáncer que no pueden esperar a la hiperestimulación.

Por otro lado, durante esta vigésima octava edición del Congreso de la SEF también se hablará del síndrome de ovario poliquístico (SOP), una alteración ovárica caracterizada por una mayor presencia de hormonas masculinas en el cuerpo femenino y la existencia de ciclos menstruales irregulares y largos, que van desde la ausencia de menstruación a ciclos de dos o tres meses. Según datos de la SEF, esta alteración afecta al 10% de las mujeres españolas.

En este sentido, Monzón destacó que, a pesar de que el SOP es fácilmente tratable, si no se controla correctamente puede dificultar la consecución del embarazo, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y, en definitiva, puede restar entre 10 y 15 años de vida a la mujer.