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La IMSI permite ver espermatozoides a 8.000 aumentos y descartar aquellos con defectos morfológicos, cosa que mejora las posibilidades de embarazo de parejas en tratamiento de infertilidad.

Ver espermatozoides a 8.000 aumentos, mediante una nueva técnica llamada IMSI (Microinyección Intracitoplásmica de Esperma Seleccionado Morfológicamente), permite descartar los gametos con defectos morfológicos, lo que permite mejorar las posibilidades de embarazo de parejas en tratamiento de infertilidad.

Según ha informado el Institut Marquès de Barcelona, la técnica del ICSI convencional, el visionado de esperma en una definición de 400 aumentos, no permite ver los espermatozoides en detalle, cosa que provoca que algunas parejas con pruebas de estudio del semen positivas no pudieran quedarse embarazadas.

En este centro de reproducción barcelonés, la IMSI ya ha permitido que de 41 parejas tratadas con intentos previos de fecundación in vitro y años de esterilidad, 17 se embarazaran (el 41,4%), con una tasa de aborto del 2,4%. No obstante, cabe señalar que, según datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), la tasa de aborto tras este proceso llega al 20,3%.

Estos resultados, que se presentaran durante el Congreso de la SEF durante los próximos días 19, 20 y 21 de mayo en Valencia, reflejan que una mejor selección de los espermatozoides mejora las tasas de embarazo.

Esta nueva técnica está especialmente indicada en aquellos casos en que se han producido varios intentos fallidos de transferencia, en pacientes con teratozoospermia severa, en pacientes con resultado patológico en grado leve en el estudio de fragmentación de ADN del esperma y en casos de esterilidad de causa desconocida de larga duración.

Cabe destacar que durante este próximo congreso, el Institut Marquès también presentará los datos de una encuesta elaborada entre 600 varones de 37 países que acudieron al centro, según la cual el 84% de los mismos afirma que donarían su semen congelado a la pareja en caso de muerte.

Por el contrario, esta misma encuesta ha reflejado que si la mujer ya tiene algún hijo de una relación anterior, el 31% de los mismos preferiría que se destruyera la muestra. En este sentido, esta estudio demuestra que el hecho de estar casado o que ambos ya tengan un hijo afecta a la decisión de qué hacer con el semen en la misma medida.