Más de 1.200 riojanos con cáncer podrían tener hijos en el futuro gracias a las nuevas técnicas de preservación de fertilidad del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) de Bilbao. Para los pacientes, pensar en formar una familia en el futuro ya no es un imposible porque las técnicas de preservación de fertilidad les permiten tener descendencia después de haber superado el cáncer.
En total 79 pacientes, españoles han acudido al IVI Bilbao, donde el tratamiento es gratuito para estas personas, pero ningún riojano se ha sometido aún a esta terapia. Para estas personas, pensar en formar una familia en el futuro ya no es un imposible. Las técnicas de preservación de fertilidad permiten a los pacientes poder formar una familia después de haber superado la enfermedad.
Las mujeres disponen de varias posibilidades para poder tener hijos en un futuro: la vitrificación de sus óvulos y la congelación de tejido ovárico. Juan Antonio García Velasco, director del Programa para la preservación de la fertilidad de IVI, explica que a veces es difícil pensar en un futuro cuando te diagnostican un cáncer, no obstante el paciente oncológico en edad reproductiva debe de tener en cuenta que 7 de cada 10 personas superan la enfermedad. Además, Velasco añade que en el centro en el que trabaja aconsejan a los hombres que acudan a la clínica para informarse de los pasos que hay que seguir para depositar una muestra de semen y a las mujeres que consulten con su oncólogo la posibilidad de postergar la quimio o radioterapia unos días, con el fin de vitrificar sus óvulos o su tejido ovárico.
En el caso de varones, la opción más adecuada para poder tener un hijo después del cáncer es la criopreservación de una muestra de semen antes del tratamiento. De no hacerlo, las posibilidades de una recuperación espermática normal no superan el 20-30%.
Tras una estimulación ovárica se extraen los óvulos maduros y se guardan vitrificados para descongelarlos cuando superado el cáncer se desee ser madre a través de un tratamiento de reproducción asistida.
Cabe señalar que cuando la estimulación ovárica está contraindicada y se persigue proteger y conservar la función ovárica se puede optar por la criopreservación de tejido ovárico para su posterior implante de forma que se mantenga la función hormonal ovárica. El tratamiento consistiría en extraer un fragmento de la corteza ovárica y congelarlo a -196 grados hasta que la mujer haya superado la enfermedad y desee ser madre, en ese momento la muestra se descongela y se le implanta a través de laparoscopia y con anestesia epidural.
El director médico de IVI Bilbao, Marcos Ferrando, explica que es necesario presentar soluciones para aquellas mujeres que puedan ver afectada su fertilidad tras recibir tratamiento oncológico. Éste es un sentimiento que comparte una de las pacientes de la clínica que, tras finalizar con éxito un tratamiento de vitrificación de ovocitos para preservar su fertilidad tras el diagnóstico de un cáncer de mama, ha asegurado que cuando le detectaron la enfermedad pensó que no podría tener hijos, pero gracias a las técnicas de preservación de fertilidad ha podido congelar sus ovocitos para intentar, dentro de unos años, cuando termine el tratamiento, formar su propia familia.
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