La eclosión asistida (assisted hatching) es una técnica complementaria a la fecundación in Vitro que consiste en perforar la membrana externa que envuelve al óvulo y posteriormente al embrión (llamada zona pelúcida).

La función de esta zona pelúcida es la de proteger tanto al óvulo como después al embrión en su paso por las trompas de Falopio hasta su implantación en el útero. Además, permite al embrión mantener juntas sus células durante las etapas iniciales del desarrollo que es cuando la unión entre ellas es menos intensa.

Después de la fecundación y pasados unos seis días de desarrollo, las células del embrión se han organizado y han aumentado su volumen. Es en este momento cuando es liberada la cubierta externa del embrión dando lugar al proceso natural de eclosión, que es imprescindible para llevar a cabo la implantación en el útero materno.

Se ha observado que por diversas razones este fenómeno se puede ver perjudicado. De modo constitucional, una mujer puede tener óvulos en una zona pelúcida más gruesa o resistente de lo normal. Este fenómeno, unido al hecho que con la edad este endurecimiento aumenta progresivamente, puede dificultar al embrión liberarse de esta cubierta externa.

Indicaciones de la eclosión asistida

Se ha demostrado que algunas técnicas de reproducción asistida como la congelación embrionaria pueden aumentar esta dificultad al embrión para romper de forma natural la zona pelúcida. Es por este motivo, que en ocasiones los especialistas en reproducción asistida aconsejan perforar esta cubierta con técnicas de micromanipulación. Ésta es una técnica sencilla, rápida e inocua para las células del embrión, y que se lleva a cabo poco antes de realizar la transferencia embrionaria.

La zona pelúcida puede perforarse a través de diferentes métodos: desde utilizar un ácido para desnaturalizar las proteínas hasta un láser diseñado con esta finalidad que se adapta a la óptica de los microscopios invertidos que son con los que se trabaja normalmente en el laboratorio.

Como técnica complementaria a la eclosión asistida o assisted hatching, se puede utilizar la micromanipulación embrionaria para extraer pequeños fragmentos celulares del embrión. Éstos se extraen mediante un proceso de aspiración a fin de evitar que en un futuro dificulten la reorganización celular del embrión.

Aunque pueda haber controversia entre los embriólogos respecto al uso de estas técnicas que suponen una mayor manipulación de los embriones, se ha demostrado en muchos casos, que su aplicación puede aumentar las tasas de implantación.

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