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Expertos del Instituto Conceptum de Reus aseguran que la nueva técnica, basada en la selección de los espermatozoides que presentan su ADN fragmentado, cuenta con las mejores opciones de generar embriones más sanos. La exposición a temperaturas elevadas, las inflamaciones testiculares o la exposición de tóxicos son algunos de los factores que pueden provocar daños en el ADN espermático.

El director del Servicio de Andrología del Instituto Conceptum de Reus, Javier Ruiz, explica que con esta técnica se logra mejorar significativamente la probabilidad de conseguir embarazo, al poder transferir embriones genéticamente sanos en parejas en las que la presencia de un alto porcentaje de espermatozoides con su ADN fragmentado hacía que con tratamientos convencionales anteriores no se hubiera podido obtener ningún embrión viable.

El método se basa en la selección de los espermatozoides que presentan su ADN fragmentado, a partir del efecto de los campos magnéticos, obteniendo de este modo espermatozoides filtrados y con una mayor probabilidad de ser genéticamente normales.

Pepi Ferrando, bióloga del Instituto Conceptum, señala que hasta el momento lo que se ha hecho para seleccionar los espermatozoides ha sido el lavado convencional, pero la experta indica que esto únicamente elimina una parte del esperma defectuoso. Con esta nueva técnica se amplía la selección.

Ruiz relata que después de tomar la muestra de esperma se procede a la realización de un test que permite determinar el nivel de fragmentación del ADN en espermatozoides. De esta manera, en aquellos casos en el que el porcentaje de rotura es igual o mayor al 30% se propone realizar este tratamiento, según indica el especialista.

El director del Servicio de Andrología de Conceptum explica que si el paciente acepta el método se procede a la separación magnética de los espermatozoides rotos por columnas de anexina V, ya que esta proteína, unida con partículas magnéticas, tiene la capacidad de reconocer a los espermatozoides apoptóticos (aquellos que van a morir antes de poder fecundar al óvulo) uniéndose a ellos y permitiendo separarlos de los espermatozoides sanos.

Cabe destacar que existen una serie de factores y patologías que pueden desencadenar un elevado nivel de fragmentación del ADN de los espermatozoides. Estos factores son la exposición a temperaturas elevadas, las inflamaciones testiculares, el daño inducido por quimioterapia, radioterapia o por exposición a tóxicos (principalmente el consumo de tabaco).

En este sentido, la bióloga Pepi Ferrando indica que todos estos condicionantes son suficientes para reducir la capacidad de fecundar y, a su vez, empeorar los resultados de las técnicas de reproducción asistida.

No obstante, Ruiz destaca que todavía son pocos los casos en los que se decide aplicar esta nueva técnica. Normalmente este método suele recomendarse a aquellas parejas que han tenido un primer intento fallido de fecundación o que la tasa de fertilización es muy baja e incluso cuando los embriones son de baja calidad.